Ardanza plantea a Aznar que la Mesa de Ajuria Enea tome la iniciativa en la pacificación

José María Aznar y el lehendakari José Antonio Ardanza acababan de iniciar su conversación cuando les interrumpieron para anunciarles que se había producido un nuevo atentado en Madrid. A partir de ahí todo el encuentro estuvo salpicado por las noticias de la jornada de mayor conmoción desde que, gobierna el PP. Precisamente, el día que habían elegido para conversar a fondo, por vez primera, sobre la política de pacificación para el País Vasco. Ardanza pidió a Aznar que diseñe una política de pacificación activa, y éste le respondió que sólo es posible si se hace en el marco del Pacto de Ajuria Enea.

, Fue un encuentro cordial, de más de tres horas de duración, que culminó sin declaraciones por ambas partes. Aznar y Ardanza pretendían hablar a fondo en La Moncloa sobre las vías de la pacificación vasca y no querían verse condicionados por los medios de comunicación porque del encuentro no iba a salir ninguna resolución. La cita estaba acordada desde noviembre, cuando el presidente del Gobierno visitó el País Vasco.Ardanza, en calidad de lehendakari y portavoz de la Mesa de Ajuria Enea, expuso a Aznar las distintas interpretaciones que hay entre los partidos vascos sobre el papel que debe desempeñar la Mesa y, con ello, las causas que la paralizan. El lehendakari puso el acento en la impaciencia de los partidos nacionalistas por "moverse y hacer algo para que las cosas no sigan igual". En ese contexto explicó la propuesta de diálogo con ETA recogida en el último documento del PNV, aunque sin hacerse portavoz de él ya que acudía como representante del Gobierno tripartito vasco, en el que están integrados el PNV, el PSOE y Eusko Alkartasuna (EA), cuyas posiciones ante la pacificación son dispares. El Gobierno, a través del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ya adelantó la pasada semana la posición crítica del Ejecutivo ante este documento, por lo que Aznar tenía el trabajo adelantado.

Ardanza no presentó a Aznar una propuesta concreta de pacificación porque no existe como tal. Simplemente le trasladó la conveniencia de que la Mesa de Ajuria Enea entre en una segunda fase, tal y como la ha definido el Gobierno tripartito vasco, y que diseñe unas políticas activas de pacificación. En este terreno, figura como hipótesis el establecimiento de mecanismos, incluidos sondeos en el entorno de ETA, para preparar una futura situación de negociación, según fuentes nacionalistas vascas.

Aznar escuchó mucho

Aznar escuchó mucho y tomó nota de las explicaciones de Ardanza, pero no se comprometió con las conclusiones nada definitivas del lehendakari. Algo parecido sucedió en su encuentro con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, el pasado diciembre, en el que la pacificación también centró la reunión.

Según fuentes de La Moncloa, Aznar respondió a Ardanza que cualquier iniciativa de pacificación que se adopte debe acordarse en el marco de la Mesa de Ajuria Enea. También aclaró que no es posible ningún tipo de diálogo con ETA o su entorno mientras haya asesinatos y secuestrados.

Respecto al acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco, Aznar defendió la política penitenciaria de carácter individualizado, en función de la conducta de cada recluso, sin dejarse mediatizar por las presiones nacionalistas.

Pero, pese a las diferentes posiciones de Aznar y Ardanza, tampoco puede decirse que salieron como habían entrado. Quedaron en continuar la reflexión sobre la pacificación en posteriores encuentros.

No fue ésta la única cuestión abordada por ambos políticos en la reunión, aunque sí la centró. También repasaron los pactos de investidura de abril suscritos entre el Gobierno y PNV. "Van por buen camino", dijeron ayer lacónicamente fuentes del palacio de La Moncloa.

Para el próximo mes de marzo está previsto el cierre de la negociación entre los gobiernos central y vasco sobre la renovación del cupo quinquenal y la reforma del Concierto Económico Vasco, que es la pieza clave de los pactos. El acuerdo final sólo está pendiente de flecos menores. También abordaron el traspaso de la Formación Continua, recogido en los mismos pactos. Otro de los temas del pacto, la devolución del patrimonio del PNY incautado durante la guerra civil, cuya valoración asciende a 5.000 millones de pesetas, no fue objeto de conversación.