Anzuelos en el parque
El lago del Campo de las Naciones se convierte en escuela de pescadores
, En pesca, dicen los entendidos, nunca se sabe si el día va a ser bueno. Ayer prometía serlo. El tiempo acompañaba, había 50 participantes convocados para el Open de pesca del lago del parque Juan Carlos I, donde aguardaban miles de carpas dispuestas a picar el señuelo. Sin embargo, la jornada se torció.A las nueve de la mañana, sólo acudieron una decena de pescadores, dispuestos a lanzar con garbo el sedal, denominado cola de rata, a 20 metros de distancia. Fueron pasando las horas, y las que tampoco aparecieron fueron las esperadas carpas: apenas medio centenar picó el anzuelo. Entre unos y otros intentaban justificar las ausencias. El presidente de la Federación Madrileña de Pesca, Juan Corredero, aseguraba con bastante enfado: "Resulta que cuando celebramos el cursillo vienen más de 50 personas, y hoy, que es el gran día, que es la competición para demostrar todo lo aprendido, los pescadores se han ido a cazar, porque es el último día de caza".
Por qué no picaban los peces lo explicaba un participante, Antonio Yunquera, químico de 44 años, que se alzó con el primer premio al lograr sacar del agua 16 carpas, que juntas sumaron dos metros y 83 centímetros. "Han debido hacer repoblación o bien es que el agua está muy fría y los peces están en los bajos del lago. Sólo salen piezas pequeñas", decía este hombre, de aspecto tan apacible como el que se requiere para practicar este deporte. "Pescar con cola de rata es mucho más gratificante que la pesca tradicional. Lanzas, sacas y tiras. Aquí no hay más secreto que tener paciencia y ser observador".
Cada media hora, los pescadores iban cambiando de posición. Pero el más afortunado con los puestos era Antonio. "Parece que en vez de moscas pone de cebo billetes de mil pesetas si no, no se entiende", comentaba con cierta envidia el vecino de al lado, Ángel Cerezo, electricista de 29 años. En cuatro horas no consiguió enganchar ninguna carpa en su sedal. "El año pasado, en diciembre, sacábamos de este mismo sitio piezas de hasta cuatro kilos, pero hoy se resisten. Hay que tener paciencia, y si no pican no importa. Este deporte te quita el estrés de la vida cotidiana", explicaba Angel.
La pieza más hermosa que salió del lago fue una carpa de 31 centímetros y un kilo de peso, que, como todas, fue devuelta al agua. Otro de los afortunados, con 10 peces en su marcador, fue el mecánico José Luis Briceño, de 45 años. "Tengo mucha paciencia, por eso pican", decía.
El último domingo de este mes comenzará el siguiente cursillo de pesca en el lago y en la ría del Parque Juan Carlos I. Será gratuito. El año pasado se capturaron 44.000 carpas, de las que 6.000 sirvieron para repoblar el río Tajo.
Curso de pesca. Más información: 522 86 51 / 570 5166 y 722 04 00.
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