Carnaval, interactivo

, El actor Santiago Segura llevó su espíritu innovador a los carnavales de Alcorcón (142.000 habitantes). Ante una plaza del Ayuntamiento repleta de público, efectuó el primer pregón interactivo del municipio: un micrófono inalámbrico sirvió para que cinco personas le preguntaran en directo lo que quisieron."Estoy muy nervioso porque no iba a venir. Iban a traer a Norma Duval, pero no daba para tanto el presupuesto", ironizó el actor en su primera intervención. El pregón interactivo permitió al público interrogar "a una eminencia sobre el tema", tal y como se definió el actor. En total hubo cinco intervenciones. La primera no fue contestada por Segura: "Me gustaría que te sacaras el chicle de la boca, porque no se ha entendido absolutamente nada", respondió. Una persona le preguntó de qué iba disfrazado, a lo que contestó que esa cuestión iba "con mala leche". "Con mi cara no hace falta disfraz; con una cara tan patética, puedo estar todo el año así". El resto reivindicó la alegría del carnaval o el teatro gratuito.

"Si fuera vuestro alcalde, os diría que no destrozarais el mobiliario urbano; si fuera vuestro padre, os diría que no condujeseis borrachos perdidos; si fuera vuestro párroco, os diría cuidado con la carne, que es débil. Pero, como no soy nada de esas cosas, os digo: a divertirse y a pasarlo de puta madre, ¡viva el carnaval!", remató el actor de El día de la bestia.

En Madrid alrededor de 1.300 personas participaron ayer en el desfile de carrozas y comparsas del carnaval. Y, como viene siendo costumbre desde hace años, los grupos llegados desde La Mancha, con sus montajes más elaborados, se llevaron todos los premios. Las comparsas y carrozas madrileñas -más pequeñas y más desorganizadas, pero más reivindicativas- se divirtieron y bailaron, pero no ganaron nada.

Un ejemplo para diferenciar bien los dos estilos que desde hace años compiten en el carnaval madrileño: la carroza ganadora llevaba el lema de la ópera de Verdi Aida, venía de Daimiel (Ciudad Real), englobaba a 160 personas vestidas brillantemente y seis carrozas impresionantes que incluían estatuas, montajes escénicos y recreaciones distintas del viejo Egipto.

Los vecinos del barrio de Prosperidad (Chamartín), en cambio se presentaron con una escuela en miniatura subida a un camión y 20 personas alrededor que exigían que no se cerrara la escuela popular del barrio. Al lado del camión bailaban -sin coreografía alguna- curas, alumnos, ministros y estudiantes. La musa del carnaval madrileño, que presidió el desfile, fue Yvonne Reyes.

Los ganadores del concurso de carrozas fueron la asociación cultural Amigos del Arte, de Daimiel; la peña El Burleta, de Campo de Criptana, y la peña Los Amigos, de Tomelloso. Las dos primeras se llevaron el premio de comparsas. Todas ellas, como otros años, manchegas de Ciudad Real.