Aznar recibe datos de que ha remontado los sondeos en un clima de crispación

José María Aznar recibirá este fin de semana un estudio comparativo sobre el estado actual de la opinión pública en relación con el pasado otoño y en el que las conclusiones son muy buenas para el Gobierno La intención de voto y la valoración del Ejecutivo y de sus miembros empieza a ser positiva. El trabajo, realizado por el asesor electoral del Partido Popular en base a diversos sondeos y a barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas, subraya que el partido que lidera Aznar ha recuperado ya el terreno perdido entonces con respecto a los socialistas.

, El analista electoral del PP, Pedro Arriola, acaba de concluir uno de sus esperados estudios comparativos sobre las encuestas de opinión publicadas durante las últimas semanas por distintos medios de comunicación privados y que coteja con los denominados barómetros políticos del CIS. Aznar, como siempre, será su primer receptor. Al partido todavía no ha llegado, pese a que es el PP el que abona anualmente el contrato de servicios con la empresa de Arriola.El informe elaborado por el Instituto de Estudios Sociales que dirige Arriola le aportará a Aznar, en esta ocasión, buenas noticias. Será La Moncloa luego la que, en próximos días, se encargue de difundir las mejores aportaciones de este trabajo.

"Las cosas van bien". Esta frase, repetida ya como una cantinela por Aznar, varios de sus ministros y algunos dirigentes del PP, tiene ahora el sustento de los datos aportados por Arriola. Varios periódicos, tanto de difusión nacional como en Cataluña, publican hoy nuevas entregas de sondeos políticos.

Cuando desde el PP y desde el Gobierno se sostiene que "las cosas van bien" no se hace referencia únicamente a la marcha de los grandes indicadores económicos, vigilados tan de cerca por el vicepresidente Rodrigo Rato. Ahora el PP entiende que ha recuperado también el pulso político del país.

Desde el PP se asegura que no ha partido de sus filas la iniciativa de reinstalar en la vida política española el clima de crispación. Máximos responsables del partido y del grupo parlamentario han argumentado estos días que esa estrategia ha sido recuperada por el PSOE. Señalan que es el Partido Socialista el que se ha instalado en la consigna de la "ruptura" el primero que utilizó la acusación del "amiguismo" como arma política.

La misma estrategia

En cualquier caso, tanto los dirigentes del partido, del grupo parlamentario y del Gobierno admiten que en ningún caso volverán la cara a esa estrategia. Está claro que piensan que no les ha ido políticamente mal.

Los analistas electorales que trabajan con Arriola han concluido que el PP no sólo ha recortado las distancias que el PSOE les sacaba en otoño, entre un mínimo de 1,2 puntos y un máximo de 4,6, según la autoría de los sondeos, sino que puede en algún caso hasta estar ya por encima.

"El momento económico es bueno y el clima político también está bien. Lo único que lo perturba es la estrategia de insultos, de irritación y de descalificaciones el PSOE, que ha entendido que esa es su única oposición posible", destacó uno de los máximos dirigentes del PP. Uno de los responsables del grupo parlamentario popular, apuntilló: "Son ellos [los socialistas] los que están al borde de un ataque de nervios. Nosotros no deseamos este clima político, pero está claro que nuestro nivel y nuestro tono será directamente proporcional al que empleen ellos".

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, lo expresó gráficamente al señalar:"'No vamos a poner la otra mejilla". Cascos, desde su vicepresidencia política y con el bastón de mando de la secretaría general del PP, se ha colocado en el primer plano de esta iniciativa.

El próximo martes se inicia el nuevo periodo de sesiones parlamentarias en este escenario. Las relaciones entre los dos principales partidos son sencillamente inexistentes. A tal punto, que hay varios asuntos de consenso prácticamente imprescindible que han quedado pospuestos. El miércoles, por ejemplo, se reanudará en el Congreso el trabajo de la ponencia que estudia la reforma del sistema sanitario y en el PP aprecian "síntomas de que el PSOE buscará cualquier excusa para forzar al máximo su estrategia de ruptura y provocar incluso su abandono".