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Los magistrados del Supremo verán los 'papeles del Cesid' ante el director del servicio secreto

Miguel González

El próximo miércoles, a las cinco de la tarde, el director general del servicio secreto, Javier Calderón, trasladará personalmente a la sede del Tribunal Supremo los papeles del Cesid, en cumplimiento del acuerdo adoptado ayer por el Consejo de Ministros. Calderón deberá estar presente durante el examen de los documentos por parte de los 33 magistrados de la Sala Tercera. Sin embargo, uno de los informes cuya entrega al Supremo ha autorizado el Gobierno, el referido a la identidad de tres agentes del Cesid que supuestamente elaboraron el sello de los GAL, no existe.

, El examen de documentos clasificados por parte de los jueces no está previsto en la legislación española, por lo que el Ministerio de Defensa se afanaba ayer en la búsqueda de una cobertura jurídica para tal decisión. La única regulación aplicable, si se interpreta de forma flexible, es el reglamento de la ley de Secretos Oficiales, que data de 1969 y es anterior, por tanto, a la reforma de la ley que se hizo en 1978. Aunque el reglamento no está pensado, ni mucho menos, para que los jueces conozcan documentos secretos, contiene algunas normas formales que servirán para ordenar el acto del miércoles.En concreto, el artículo 20 de dicho reglamento señala que "el examen de materias clasificadas sólo se autorizará mediante expedición de la correspondiente autorización [ ... ] a personas cuyos deberes oficiales requieren tal acceso y con especificación de si se trata de una sola vez o con carácter habitual". Las fuentes consultadas estimaron que el acuerdo del Consejo de Ministros de ayer equivale a una autorización "por una sola vez" a los 33 magistrados de la Sala Tercera del Supremo.

El mismo artículo señala que, "a menos que en la autorización se disponga expresamente lo contrario, no se permitirá, en ningún caso, la toma de notas, datos y demás pormenores del material correspondiente". Agrega, además, que "la persona responsable del servicio", en este caso Calderón, "deberá estar presente en todo momento mientras dure el examen del material".

Traslado de documentos

Otros dos artículos del reglamento también son aplicables al acto del miércoles. El número 20, según el cual "la transmisión de material secreto se llevará a cabo, preferentemente, por medio de contacto directo"; es decir, entregándolo en mano. Y el artículo- 18, que detalla cómo trasladar documentos secretos: con "cubierta interior y exterior opacas", como un maletín y un sobre, ambos lacrados, sin indicación externa el primero, salvo la dirección del destinatario, y con un sello de seguridad y el membrete de "secreto" el segundo.

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Calderón deberá llevar consigo un impreso de recepción o recibo que identificará al remitente, destinatario y documento o material, para que lo firme y selle el receptor: el presidente de la Sala Tercera del Supremo.

Según la nota oficial difundida ayer, el Consejo de Ministros ha acordado remitir al Supremo los 18 documentos reclamados por los jueces. En la práctica, sin embargo, los magistrados sólo podrán examinar 15. Ello se debe a que uno de los informes incluidos en el listado está repetido: se trata de la Nota de Despacho de 28 de septiembre de 1983, que avisaba sobre el inminente inicio de acciones violentas en el sur de Francia y han reclamado tanto el juez Javier Gómez de Liaño, instructor del caso Lasa y zabala, como Baltasar Garzón, instructor del caso Oñederra.

Otros dos papeles son, en realidad, párrafos distintos del mismo documento: la Nota de trámite interno dirigida por el JAOME [Jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales; es decir, Perote] al Director del Centro [Emilio Alonso Manglano] con el número de referencia 189/19-12-84.

Pero el verdadero problema lo plantea el documento numerado con el 13, bajo el título "Identificación de los empleados del Cesid que elaboraron materialmente el sello de los GAL". Aunque el Gobierno autorizó su remisión al Supremo, ésta no es posible, ya que dicho documento no existe.

Se trata, en realidad, de un escrito de Garzón, en el que reclama la identidad de los agentes destinados en el Grupo de Apoyo Técnico de la Agrupación Operativa del Cesid que respondían a los alias de "Rivera", "Martín" e "Indalecio".

Identidad de los agentes

Fuentes de Defensa admitieron que aún que no se sabe cómo cumplimentar este mandato ya que, o se elabora un documento que no existe para hacer constar la identidad de los agentes o es el propio Calderón quien de forma verbal transmite esta información a los jueces.

Las mismas fuentes reconocieron que éste es el punto más delicado de todos, pues la revelación de la identidad de agentes secretos, alguno de ellos aún en activo, atenta contra los principios básicos de cualquier servicio de este tipo.

En realidad, la petición por los jueces de estas identidades es fruto de un error del propio Gobierno que, en su acuerdo del pasado 2 de agosto, cuando se negó a desclasificar los documentos, no especificó que el informe número 13 de la relación de Garzón no existía. De hecho el Tribunal Supremo no ha solicitado examinar los tres papeles del Cesid cuya existencia fue expresamente negada por el Gobierno: la transcripción de dos supuestas conversaciones del agente Pedro Gómez Nieto con el coronel Perote y con el jefe del cuartel de Intxaurrondo Enrique Rodríguez Galindo, respectivamente, y el sello con las siglas de los GAL.

El Gobierno entendió erróneamente que, al responder que no existía ni constaba que hubiera existido nunca el sello de los GAL, era innecesario que agregar que tampoco existía un informe con la "identificación de los empleados del Cesid que elaboraron materialmente el sello de los GAL". Los magistrados, sin embargo, no lo han considerado así.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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