Nace la comisión que reformará la Constitución en Italia

, Massimo d'Alema fue elegido ayer presidente de la Comisión Bicameral, integrada por 35 senadores y 35 diputados, que, antes del 30 de junio, deberá presentar al Parlamento proyectos de reforma de la Constitución de 1948. El objetivo es reforzar la estabilidad del Gobierno y garantizar la alternancia en el Ejecutivo de dos bloques capaces de aglutinar a la totalidad las fuerzas políticas. La comisión nace como consecuencia de un acuerdo entre D'Alema y Silvio Berlusconi que encuentra duras resistencias entre las fuerzas que cada uno de ellos lidera.El secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) resultó elegido presidente con los votos de las fuerzas que apoyan al Gobierno de Romano Prodi, más los de Forza Italia (FI), mientras que Alianza Nacional (AN), el principal partido aliado de Berluscon¡, se abstuvo. El líder de FI y del Polo de las Libertades, la coalición de centro-derecha, dijo que esta división del voto no reflejaba ninguna polémica interna, sino la doble disposición del Polo a colaborar en las reformas sin dejar de ejercer una oposición dura.

Gianfranco Fini, el líder de AN, que ayer dijo que D'Alema tendrá que ofrecer algo más que palabras para merecer su confianza, cuestiona, sobre todo, el procedimiento dialogante elegido por Berlusconi para Implantar unas reformas que deberían afectar desde la organización del Gobierno hasta la magistratura. Fini prefería una vía más ligada a una consulta popular y menos apaciguadora de la situación política.

Por lo demás, Fini y Berlusconi están relativamente de acuerdo en que la reforma debe desembocar en un sistema presidencial de tipo francés o de elección directa del primer ministro similar al israelí. El Olivo, la coalición de centro izquierda, está mucho más divivido sobre las reformas. El PDS aboga por un sistema de indicación del primer ministro ligado a una mayoría bastante próximo al vigente en España, y sus aliados democristianos quieren una cancillería de tipo alemán. Verdes y comunistas apenas admiten reforma alguna, y amenazan con hacer caer el Gobierno de Romano Prodi si D'Alema pacta con el centro-derecha para implantarlas.