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Banesto, las tres operaciones de la discordia

Conde montará el número con Locales Comerciales, Telson y Veblinsa Servicios de Seguridad

, El acusado Mario Conde quiere el "olvido" en tres operaciones de presunta estafa. Su defensa pretende sacar partido del auto de la sala de lo Penal, sección segunda, de la Audiencia Nacional, en la que se amplía contra él y otros acusados la lista de delitos, incluyendo tres operaciones en las que no ha sido oído durante la instrucción sumarial. La juez Teresa Palacios acaba de reafirmar el criterio de la Sala de lo Penal. Fuentes solventes aseguran que Conde pedirá amparo ante el Tribunal Constitucional en relación con las tres operaciones.

Operación Locales Comerciales

Fernando Garro fue nombrado director general de Servicios e Inmobiliario de Banesto el 20 de junio de 1989. Siendo director general hizo el montaje, durante 1989 y 1990, de la llamada Operación Locales Comerciales. Garro organizó la compra de seis locales y naves para el banco. El precio escriturado fue de 997 millones, a lo que se añadieron otros pagos. Banesto abonó comisiones por otros 271 millones y emitió cheques por un importe complementario de 1.727 millones. La operación ascendía, entonces, a un total de 2.995 millones de pesetas.

La investigación del juez Manuel García-Castellón y del fiscal Florentino Orti partió de un informe del 8 de enero de 1992 elaborado por la Subdirección General de Auditoría Interna del área de inmovilizado de Banesto. El informe ponía de relieve irregularidades en la adquisición de los locales. El fiscal pidió el 3 de marzo de 1996 una ampliación de la querella original, de 14 de noviembre de 1994, contra Mario Conde y sus colaboradores, para incorporar la Operación Locales Comerciales. El acusado, Garro.

Con ayuda de la policía judicial, el juez y el fiscal llegaron a reconstruir la trayectoria. En su escrito de calificación el fiscal tipificó la operación como presunta estafa por 1.727 millones. "El acusado Fernando Garro", dice el escrito, "dispuso [de la operación] en su propio beneficio, causando un perjuicio a la entidad en la cifra mencionada, disposiciones que se contemplan de la descripción que hemos efectuado del destino de los cheques".

En la investigación, tanto el entonces consejero ejecutivo del banco, Juan Belloso, como el subdirector de Auditoría Interna, Rafael Merino, apuntaron a Conde. Belloso dijo que ordenó que se profundizara en el informe elevado por la subdirección de Auditoría. "Se lo hice llegar a Mario Conde, me comentó que lo hablaría con Fernando Garro y, pocos días después, Conde me manifestó que no había problema". Por su parte, Merino ratificó que envió el informe a Belloso. "En mi presencia éste lo remitió al presidente [Conde]", explicó.

Conde declaró ante el juez la semana del 19 al 23 de diciembre de 1994, pero nunca volvió a comparecer. Por tanto, no se le preguntó por la operación. Banesto, al calificar los hechos, en mayo de 1995, pidió su comparecencia, pero fue denegada. Al estimar en diciembre pasado su recurso, los magistrados de la sala de lo Penal Jorge Campos, José Ricardo de Prada e Ildefonso Rodríguez, ampliaron la acusación contra Conde a los locales comerciales. La juez Teresa Palacios confirmó esa resolución el pasado 30 de enero. El ex banquero, que pidió en su día un informe sobre esta operación a los peritos del Colegio de Economistas de Madrid, alega ahora que la acusación es "sorpresiva" y lesiona sus derechos constitucionales.

Televisión y Sonido (Telson)

En el montaje de Euman Valyser, grupo oculto de Conde, una de las primeras operaciones es Telson. El instrumento fue la sociedad de Conde Inversiones Puerto Moral (IPM). La idea fue sugerida a José Luis Reimunde, entonces cuñado de Conde, y ejecutivo del grupo Elerco (Banesto), por José Martínez Atorrasagasti, Joe. La familia catalana Recasens era accionista importante de Telson y Joe, casado con María Recasens, estaba en condiciones de facilitar la operación. Reimunde habló del tema con Mario Conde y éste le propuso que discutiera los detalles con Arturo Romaní, hombre fuerte de la Corporación Industrial. Romaní le envió a Eugenio Martínez Jiménez. Fue así que una sociedad de Conde, IPM, comenzó en marzo de 1989 a adquirir acciones de Telson hasta invertir 321 millones de pesetas.

Pero, a mediados de mayo, Conde tomó sus precauciones. IPM era formalmente adquirida el 16 de mayo de 1989 por Eugenio Martínez Jiménez a través de Euman (50%) y por Joreal (50%), sociedad de José Luis Reimunde. En esas fechas IPM poseía ya más del 25% de Telson. El 1 de diciembre de 1989, Martínez Jiménez, por IPM, y Reimunde, en nombre del grupo Elerco (Banesto), firmaron un contrato interesante. Elerco quería adquirir el 51 % de Telson por unos 1.225 millones y daba el mandato a IPM para gestionarlo. El 23 de mayo de 1990, IPM, que había llegado a comprar hasta el 57% de Telson por 960 millones, le traspasó un 51% a Elerco, según el contrato firmado por 1.225 millones. IPM, pues, obtuvo un beneficio de 369,1 millones ya que sólo vendió el 51%.

Veblinsa Servicios de Seguridad

Tanto Telson como Veblinsa Servicios de Seguridad aparecieron mencionadas en la querella contra Conde, pero ambas operaciones no fueron instruidas como tales. Banesto, en su escrito de calificación, las integró como "estafas continuadas" junto a Promociones Hoteleras e Isolux, ambas realizadas por el grupo Euman Valyser.

En octubre de 1990, la sociedad Vehículos Blindados, que presidía Fernando Sada, realizó una ampliación de capital (de 90 millones a 265 millones de pesetas). Conde participaba en la sociedad desde 1987 a título personal y llegó a poseer el 26,4%. En la ampliación de capital de octubre de 1990 Conde dio un paso atrás. Según declaró sobre este punto, Vehículos Blindados "iba mal y solicité a mi abogado que vendiera". El grupo Euman Valyser adquirió formalmente a Conde su sociedad Altas Cumbres. Y ésta asumió la participación en Vehículos Blindados más una inversión adicional que le convirtió en accionista mayoritario, con un 60%. Euman Valyser compró más tarde a los otros accionistas y se convirtió en propietario único de Vehículos Blindados.

El caso es que Vehículos Blindados creó varias filiales. Una de ellas fue Veblinsa Servicios de Seguridad. Tanto la matriz como su Filial incurrieron en fuertes pérdidas. En marzo de 1993, la empresa Isolux Wat (Banesto) compró el 10,2% de Veblinsa Servicios de Seguridad y el 21 de mayo de ese aflo, cuando esta sociedad estaba en quiebra técnica, Isolux (Banesto) adquirió a tres sociedades del grupo oculto de Conde, Euman Valyser, hasta el 100% de Veblinsa Servicios de Seguridad, con un beneficio para dicho grupo de 576,9 millones de pesetas.

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