Los tramposos
El problema que tiene un clima político emponzoñado es que cuando va una institución y hace sus deberes los tramposos todavía se permiten el lujo de sembrar dudas. La afirmación de un portavoz de Paribas España de que dicha entidad obró según órdenes de sus clientes para provocar el minicrash del miércoles negro del 27 de diciembre de 1995 contrasta con la firme determinación de la CNMV de abrir un duro expediente sancionador contra dos entidades bancarias internacionales.Si se toma al pie de la letra lo que el organismo supervisor parece querer decir con su acto, sólo cabe una conclusión: las órdenes de venta masivas partieron no de clientes sino de las dos entidades. Otra cosa serán los disfraces que se utilicen en medio del baile.
La actuación podía haber consistido, como ocurría antes, en la apertura del expediente sancionador sin comunicarlo al mercado, habida cuenta que se trata de dos entidades internacionales de primera fila. Esta posibilidad ya fue descartada por el presidente, Juan Fernández-Armesto, con ocasión del expediente a ENDESA por ocultar presuntamente información sobre sus propósitos con Sevillana y FECSA. Es evidente, ahora, que no se trataba de una excepción ni de una persecución.
Pero es que, last but not least, la osadía de montar una conspiración financiera para hacer bajar el índice Ibex 35 un 2,65% en los últimos segundos del miércoles negro de diciembre de 1995 requería pulso firme para evitar su reedición. Precisamente, una pasividad en este terreno es el mejor acicate para que colegas de Paribas y, Crédit Suisse vuelvan a intentarlo. Ayer, día de vencimiento de contratos de futuros, hay indicios de que se intentaba una movida semejante a la del ya memorable 27-D.
La apertura del expediente y su anuncio público, por tanto, es lo que se espera de un organismo supervisor. Hacer y decir. Como quiera que las dos casas involucradas tienen sus sedes en París (Paribas) y Londes (Crédit Suisse), se supone que los supervisores respectivos -la COB francesa y el SIB inglés- tendrán que tomar cartas en el asunto.
Cuando la subida de las bolsas corta la respiración a un liberal furioso como el presidente de la Reserva Federal de EE UU, Alan Greenspan, la medida de Fernández-Armesto contra los presuntos tramposos es no un acto de arrojo sino más bien de prudencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.