La Cámara de Diputados brasileña abre la vía para que Cardoso se presente a la reelección

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, obtuvo anoche una significativa victoria política con la aprobación en primera instancia de una enmienda constitucional que le permitirá presentarse a un segundo mandato en las elecciones de 1998. La enmienda fue aprobada con 335 votos a favor, 17 en contra y 7 abstenciones. Otros 144 legisladores opuestos a la reelección se ausentaron del hemiciclo. El proyecto deberá ser sometido a una segunda votación en la Cámara baja dentro de tres semanas y luego seguirá el mismo trámite en el Senado.

Pese a no estar aún ratificada, la decisión de ayer se considera de finitiva y demostró la verdadera fuerza de los partidarios de la reelección. Cardoso se jugaba en el envite su destino político. Tras largas negociaciones, que se extendieron durante varios meses, los estrategas del Gobierno aseguraban antes de la votación que la enmienda contaba por lo menos con el apoyo de 327 votos diputados, 19 más de los requeridos para su aprobación en primera instancia. La reelección para un segundo mandato quedó prohibida en Brasil en 1889, cuando el país se convirtió en república, después de la abolición de la monarquía.

Los principales opositores al proyecto de Cardoso eran el Partido Progresista Brasileño (PPB), que respalda la candidatura a la presidencia del empresario conservador Paulo Maluf, los ex presidentes José Samey e Itamar Franco, quienes también aspiran a volver al Gobierno, y el Partido de los Trabajadores, de Luis Inacio, Lula, da Silva.

El grupo parlamentario más numeroso, pero también el más desunido y contradictorio, el del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), decidió en una convención nacional hace 10 días oponerse a la reelección. Sin embargo, ayer ya se sabía que más de la mitad de sus 104 legisladores votarían a favor.

Los hoteles de Brasilia estaban repletos tras la llegada de cerca de 500 alcaldes procedentes de todo Brasil, quienes también aspiran a postularse a la reelección y de numerosos empresarios que confían en que la reelección de Cardoso ha de asegurar la estabilidad de la economía. En los pasillos del Congreso se registró la presencia de un número sin precedentes de empresarios que hacían presión sobre los legisladores a favor de la reelección.

Cardoso, un reconocido sociólogo socialdemócrata, fue elegido en primera votación en 1994, con el 54% de los sufragios, tras haber implantado como ministro de Hacienda un programa de estabilización económica que puso fin a varios años de inflación elevada.

El mandatario brasileño obtuvo fama en los años sesenta por haber escrito obras consideradas clave en la literatura política latinoamericana. Sin embargo, el mayor apoyo a Cardoso proviene de aquellos que nunca leyeron sus libros y jamás oyeron hablar de su obra. Según una encuesta reciente, el 51% de los brasileños apoya la reelección de Cardoso, pero este respaldo llega al 72% en la llamada "clase de", formada por aquellos brasileños que viven con un salario mínimo, equivalente a 116 dólares (unas 15.000 pesetas).