_
_
_
_

Masjádov invita al mundo y a Rusia a reconocer a Chechenia como independiente y soberana

Pilar Bonet

El convincente triunfo de Aslán Masjádov en las presidenciales de Chechenia ha confirmado que los habitantes de esta castigada república caucásica quieren un líder equilibrado, capaz de actuar con responsabilidad y sentido común para curar las heridas de casi dos años de guerra y mantener, al tiempo, por vías políticas sus conquistas frente a Rusia. Sus primeras declaraciones estuvieron en sintonía con las esperanzas de sus electores. Masjádov aseguró ayer en Grozni que tendrá una "actitud razonable" basada en la situación real de Chechenia. Y ésta, señaló, supone asumir responsabilidades por la guerra. "Intentar tranquilizar a los chechenos" será su primer objetivo. Pero también dijo que a Chechenia ya sólo le queda "ser reconocido por el mundo entero, incluida Rusia, como Estado independiente y soberano".

Aunque la Comisión Electoral Central no había difundido datos definitivos ayer, ni siquiera del número de participantes, la información disponible da una idea aproximada de la situación, que puede modificarse algo, aunque no sustancialmente. Por Masjádov votó el 68,9% del electorado, según el escrutinio del 95% de los distritos electorales. El 16,3% apoyó a Shamil Basáiev y el 14,8% al presidente en funciones, Zelimján Yandarbíev, al que algunos dan ya por quemado del todo en la escena política chechena.En zonas del norte del río Térek, no destruidas por la guerra y con importantes núcleos de población rusa, Masjádov llegó a obtener hasta el 92% de los votos. Entre los principales problemas que se le plantean a Masjádov está la integración de las fuerzas vivas chechenas en tomo a la tarea común de reconstruir el país y de levantar la economía, así como a la organización jerárquica en una única estructura de los comandantes guerrilleros que mantienen sus propias formaciones armadas. Importante será aquí la relación que establezca con Basáiev, rival en las urnas al que ayer Masjádov llamó "compañero de combate" y dejó abiertas todas las puertas para la colaboración. Masjádov invitó a Basáiev a participar en una próxima reunión de jefes militares, amigos y gente de confianza, para decidir cuál va a ser su estrategia.

Basáiev no se dejó ver ayer en público, y el estado de ánimo que reinaba en su cuartel general de Grozni era sombrío. Todo lo contrario que el entusiasmo de los seguidores y parientes de Masjádov, que sacrificaron un cordero en el pueblo de Pervomaisk, en las afueras de Grozni.

El portavoz de Basáiev reconoció la derrota y aceptó la voluntad popular. Basáiev, dijo, no se va a la oposición de momento ni tiene intención de organizar un partido propio ni de mantener "formaciones militares privadas".

Buenas relaciones con Moscú

Al tratar el tema de las relaciones con Rusia, Masjádov se mostró diplomático. Dijo que quiere tener buenas relaciones con Moscú y hacer todo lo posible para que los rusos, y entre ellos los especialistas tan necesarios para Chechenia, se sientan seguros en la república. No obstante, dio por sentado que Rusia debe pagar reparaciones de guerra y que Chechenia es un país independiente al que sólo le queda "ser reconocido por el mundo entero, incluida Rusia, como Estado independiente y soberano". La independencia, tal como la entiende Masjádov, es sobre todo política, porque el nuevo presidente no tiene intención de dar la espalda a Rusia económicamente. Según ha declarado, las relaciones económicas con Moscú pueden ser incluso más estrechas" que las de algunas regiones de la Federación Rusa.Desde Grozni se están haciendo enormes esfuerzos para que Chechenia sea reconocida como sujeto de derecho internacional, y, al margen de que algún Estado aventurero esté dispuesto a ponerse por montera la opinión de Moscú, Chechenia se ha convertido en un factor internacional de hecho, tanto por el papel desempeñado por la OSCE en estas elecciones, como porque resulta un elemento de juego entre Rusia y sus vecinos del Cáucaso y el mar Negro.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El presidente ruso, Borís Yeltsin, que por primera vez en tres semanas fue mostrado ayer por la televisión rusa, declaróque los resultados de las elecciones chechenas significan que existen serias posibilidades de continuar "el productivo proceso de negociaciones" entre Moscú y Grozni, informa Lo que ahora preocupa a Moscú es que algún país atienda la petición de reconocimiento realizada por Masjádov. Según los observadores rusos, algunas naciones árabes, Turquía y los Estados bálticos de la antigua URSS, especialmente Estonia, podrían caer en la tentación de reconocer a la república secesionista. Aunque el Kremlin minmiza este peligro, está decidido a reaccionar duramente ante el reconocimiento oficial de Chechenia e incluso llegar a romper relaciones diplomáticas con el país que lo haga, según ha advertido el viceministro de Exteriores, Víktor Posuvahuk.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_