Las boticas que den metadona ganarán 8.000 pesetas al mes por toxicómano

Catorce farmacias madrileñas comenzaron ayer a administrar metadona a toxicómanos. Se trata de un programa piloto que se ensayará durante dos meses y atenderá a 140 usuarios. Si sale bien, se ampliará a otros establecimientos. El Plan Regional sobre Drogas pagará a las boticas 8.000 pesetas al mes por cada toxicómano al que dispensen este sustitutivo opiáceo que reduce los daños físicos y sociales de la adicción.

"Para resolver el problema de las drogas tenemos que colaborar todos". Así explicaba ayer una farmacéutica de Usera la razón por la que se ha ofrecido voluntaria para dispensar metadona en su local. "Ni yo ni los otros apuntados a este plan lo hacemos por dinero, estamos convencidos de que es un servicio que debemos prestar", añadió.La dependienta de otra de estas boticas pioneras, en Cuatro Caminos, también se mostraba favorable al programa. "No creo que haya problemas, esta gente está intentando salir del hoyo y merece mi admiración y respeto", afirmaba.

Su establecimiento es uno de los nueve que, además, intercambian jeringuillas. Ayer, quizá por desinformación, no acudió nadie para este fin.

Mientras dure este periodo de prueba, cada farmacia atenderá a un máximo de 10 usuarios de metadona. Todos ellos reciben atención en los centros de día del Plan Regional de Drogas de la Comunidad.

A los toxicómanos el programa les resulta gratuito. La metadona la paga el plan (el kilo cuesta 64.000 pesetas y en todo 1996 no se utilizaron más de 27 kilos) y la compra el Colegio de Farmacéuticos a un laboratorio que la produce.

Las boticas reciben la metadona y la lista de usuarios con la dosis prescrita. Cada drogodependiente tiene un carné que debe enseñar en la farmacia para retirar el opiáceo. Para el intercambio gratuito de jeringuillas no existe un límite de usuarios, pero cada toxicómano sólo puede cambiar un tope de diez por día.

Al programa se presentaron voluntarias una treintena de farmacias, de las que se seleccionaron las 14 que se ofrecían a atender a un mayor número de toxicómanos. Nueve se encuentran en la capital y el resto en localidades de la periferia como Coslada, Parla y Torrejón de Ardoz. Madrid tiene 2.200 plazas de metadona y debería haber 4.000.