"El Ayuntamiento cada vez lo pone mas difícil para rodar en Madrid"

La curiosidad puede al director de cine Manuel Gómez Pereira. Cada vez que estrena una película, además de aguardar con impaciencia la opinión de los críticos, busca entre la oscuridad de las butacas los comentarios y las risas espontáneas de los espectadores. Hace unas semanas, este director, madrileño de 43 años, estrenó su quinta comedia ligera , El amor perjudica seriamente la salud, donde los cuatro protagonistas -Penélope Cruz, Gabino Diego, Ana Belén y Juanjo Puigcorbé- se reparten los papeles de los dos personajes principales. Una vez más, como ya le ocurrió con las anteriores (Salsa rosa, ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, Todos los hombres sois iguales y Boca a boca), arrasa en las taquillas de todos los cines. Y todo porque a este hombre, de apariencia seria, le surge la risa y la vena humorística al menor respingo.Pregunta. Otro gran éxito.

Respuesta. Parece ser que sí. Cuando estrenas, siempre confías en que va a ser un éxito y que la gente va a abarrotar los cines. Pero hasta que no lo ves no te lo crees.

P. ¿Y usted lo comprueba?

R. Soy un maniático. Me hago un recorrido por los cines, y he podido comprobar que están todas las sesiones llenas. Me gusta ver la película mezclado entre la gente.

P. ¿Qué gana espiando a los espectadores?

R. Pareceré morboso, pero me gusta ver las reacciones de la gente, ver en qué momento el espectador pierde la atención, cuándo se ríe. Es donde más se aprende. Noto que el espectador se identifica con los personajes; les gustaría que les pasara o alguna vez les ha pasado lo que a los protagonistas.

P. Muy Pocas fans han conseguido colarse en la cama de John Lennon.

R. Alguna sí que lo habrá conseguido. Y en los años setenta había chicas mitómanas con ese desparpajo que eran capaces de todo por conseguir algo de su ídolo.

P. Su protagonista es una mujer muy ambiciosa.

R. Es que hay mujeres que son así. No ponen límites a sus ambiciones y sacrifican el amor para conseguir lo que quieren. Pero es una mujer que siente y, en el fondo, sufre. Para amar hay que sufrir.

P. ¿Usted siempre rueda en Madrid?

R. Sí. Pero siempre tengo que sortear muchos problemas, porque el Ayuntamiento cada vez nos lo pone más difícil para- rodar aquí. En cualquier ciudad de Europa hay muchas más facilidades. En esta película quería filmar en el palacio de El Pardo y no me dejaron.

P. ¿Es una ciudad fotogénica?

R. A pesar de que no tiene mucha coherencia urbanística, tiene muchas posibilidades. Hay un Madrid bonito de retratar.