Un francés de 86 años será juzgado por "crímenes contra la humanidad"
A finales de este año, Francia se sumergirá en lo más turbio de su pasado reciente. Cuando Maurice Papon, de 86 años, comparezca dentro de unos diez u once meses ante un tribunal de Burdeos bajo la acusación de "complicidad. en crímenes contra la humanidad", toda una época francesa, la del régimen de Vichy y la colaboración con el nazismo, será sometida a juicio. El Tribunal de Casación de París (similar al Supremo español) rechazó ayer el último recurso de los abogados de Papon, tras 15 años de conflicto procesal, y dio vía libre a un juicio histórico.El abogado de Papon, Jeán-Marc Varant, había alegado que cuando su cliente organizaba la deportación de judíos, ignoraba la Ramada solución final y desconocía por tanto el destino de sus víctimas. Los magistrados del Tribunal de Casación indicaron ayer que, aunque Papon no supiera que existían cámaras de gas y hornos crematorios, sí sabía que enviaba a los judíos a la muerte. Procedía, por tanto, la acusación de crimen contra la humanidad".
El abogado Varant deploró que su cliente fuera a ser juzgado "50 años después de los hechos, sin supervivientes ni testigos", y añadió: "Creo en el Juicio Final, cuando los jueces serán juzgados". Papon, por su parte, dijo que se le sometía a "un escandaloso proceso político" bajo la presión de "comunistas, izquierdistas, altas instituciones extranjeras y la cúspide del Estado francés", y se comparó con Alfred Dreyfuss, el oficial judío injustamente acusado de traición durante la III República. Según Papon, 'Tuerzas extranjeras" querían llevarle a juicio para implicar a toda Francia en el genocidio judío.
Maurice Papon, abogado y, según su propia definición, "servidor fiel del Estado", fue secretario general de la Prefectura de la Gironda, con sede en Burdeos, durante el régimen de Vichy y la ocupación nazi. Como tal, firmó las órdenes de deportación de miles de personas. Tras la Liberación borró los rastros de su pasado, consiguió un modesto empleo en el Ministerio del Interior, ascendió hasta prefecto de París durante la presidencia de De Gaulle y llegó a ser ministro durante el mandato de Valery Giscard d'Estaing. El semanario Le Canard Enchainé reveló su pasado en 1981 y fue procesado.
