Solana fracasa en su intento de tranquilizar a Rusia por la ampliación de la OTAN

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, inició ayer conversaciones con el ministro de Exteriores de Rusia, Yevgueni Primakov, para establecer una relación especial con Moscú y neutralizar los temores del Kremlin sobre la ampliación de la Alianza. Solana y Primakov se encerraron durante cinco horas con un grupo de expertos rusos en Meshcherino, una residencia oficial en los alrededores de la capital. La reunión, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, fue "útil, aunque las discrepancias se mantuvieron.

El hermetismo de la jornada contrastaba con la actividad social y el tono publicitario de la visita que Solana realizó a Moscú en 1996 y durante la cual algún periódico ruso le comparó con un viajante de comercio. Mientras el secretario general volvía a Bruselas al caer la tarde, Primakov, el hombre a quien Yeltsin ha encargado la elaboración de contramedidas frente a la ampliación de la OTAN, se reunió con sus allegados en el ministerio para analizar la jornada, según la agencia Interfax.La apertura de esta nueva fase en el diálogo entre Rusia y la Alianza Atlántica ocurre sobre el telón de fondo de la creciente tensión entre Rusia y Ucrania, propiciada por las declaraciones patrióticas sobre el carácter inmutable de Sebastopol como ciudad rusa que el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, uno de los pretendientes a la presidencia de Rusia, ha hecho recientemente en la misma Sebastopol.

Ante el caldeamiento de los ánimos prorrusos en Crimea, donde un grupo de oficiales ha redactado una carta a Yeltsin en la que le insta a tomar medidas urgentes para hacer frente a la ampliación de la OTAN, el Kremlin consideró ayer necesario distanciarse del alcalde de Moscú. Antes no había reaccionado ante sus provocativas declaraciones. Serguéi Yastrzhembski, el secretario de prensa del presidente Borís Yeltsin, aseguró que Luzhkov habla en nombre propio, y reafirmó el compromiso internacional adquirido por Rusia como garante de la integridad territorial de Ucrania. Sectores moderados rusos temen que manifestaciones como las de Luzhkov acaben acelerando la ampliación de la OTAN hacia el Este para engullir a Ucrania sin que Rusia pueda controlarlo.

Yastrezhembski expresó ayer la dureza prenegociadora de la posición rusa frente a la ampliación de la OTAN. Afirmó que no cabía esperar una reacción oficial del Kremlin ante las conversaciones que comenzaron ayer y que la posición del presidente de Rusia es conocida. "Moscú no cree en promesas melosas que no se asientan en hechos concretos", señaló el portavoz, según el cual "el periodo del romanticismo diplomático ya terminó".

Antes de Madrid

Rusia y la OTAN tratarán de cerrar un acuerdo antes de la cumbre del próximo mes de julio en Madrid, donde la Alianza Atlántica invitará posiblemente a la República Checa, Hungría y Polonia a unirse a la organización. La OTAN podría ofrecer a Rusia algún tipo de foro consultivo permanente, más ayuda económica y mayor flexibilidad en temas de control de armamento y en la redefinición de los términos del acuerdo sobre armas convencionales en Europa en lo que a contingentes rusos se refiere.Eventuales contramedidas de tipo militar por parte rusa pueden llevar aparejados gastos que el Estado ruso difícilmente puede asumir sin recortar otras partidas. Según un analista del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas citado ayer por Interfax, la ampliación de la OTAN tendrá una influencia negativa sobre el programa de la Asociación por la Paz con Moscú. La clase política rusa ha cerrado filas contra la ampliación de la OTAN, con excepciones como la del ex ministro Andrei Kózirev, que se mostró ayer partidario de ignorar la expansió n.