Un siglo de imágenes complutenses

La reproducción de una vista aérea de Alcalá de Henares en 1958 ocupa prácticamente toda una pared de la capilla del Oidor, la sala que alberga hasta este domingo la muestra Memoria gráfica de Alcalá. Es la máxima atracción. No hay visitante que se resista a la tentación de buscar su casa en esta foto. Pero sólo los vecinos del casco histórico lo consiguen, el resto de la actual ciudad de 163.000 habitantes eran entonces tierras de labor.La cota máxima de altura correspondía a la torre de la Magistral, 62 metros hasta la veleta. Sólo tenía un competidor, el Instituto Nacional de Previsión de la calle de Carmen Calzado, el único edificio con ascensor de la época. Las cosas han cambiado mucho, y con celeridad.

"Yo me bañaba ahí. Puede que sea uno de los niños delgaditos de la foto", explica Antonio Gonzalo, de 30 años. Bañarse en el río Henares ya era un acto de heroicidad, debido a la contaminación de sus aguas. En la instantánea, un grupo de chavales disfrutan de una tarde de verano en la presa del Cayo.

La imagen del Henares convertido en, balneario es una de las 170 que integran la exposición y el libro editado por la asociación bibliófila y cultural Brocar.

A los complutenses les gusta volver la vista atrás y jugar a reconocerse: las dos ediciones del libro se agotaron nada más salir. Han sido 12 años de trabajo recolectando fotografías en archivos, librerías de viejo, tiendas de antiguedades e incluso en la basura.

Félix Huerta, uno de los rescatadores, encontró un fajo de imágenes del siglo pasado entre las cosas que una familia de AIcalá había apartado para tirar al cambiarse de casa. Las familias que residen en la ciudad complutense desde hace varias generaciones han aportado desinteresadamente muchas de las fotografías de la exposición.

Algunas han permitido descubrir a los historiadores locales pequeños detalles como el aspecto que tenía la fachada de la plaza de toros -derruida hace un mes- antes de ser renovada en 1956, o que había un abrevadero enfrente de la Facultad de Derecho, adonde acudían las mujeres con los cántaros recostados en la cintura.

También han servido para constatar datos ya conocidos, como que la nave central de la catedral quedó prácticamente destruida al ser incendiada en 1936.

Militares, monjas y presos protagonizan varias fotografías. Una de las imágenes más actuales, tomada en agosto de 1914, refleja el entierro de 11 de los 13 internos de la antigua prisión ubicada en el casco histórico, que fallecieron en el incendio de los talleres de carpintería del centro.

Memoria gráfica de Alcalá. Capilla del Oidor (plaza de Cervantes, s/n).De 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.