La empresa quiere estrenar la nueva etapa con bajadas de las tarifas

Telefónica quiere estrenar su estatus de empresa privada con una bajada de las tarifas interprovinciales e internacionales. Por ello, ha pedido al Ministerio de Fomento que le autorice a reducir este año las primeras en un 10% y las segundas en un 16%. Además, pretende mantener congeladas las tarifas que se aplican a las llamadas interurbanas, según manifestó ayer el presidente de la entidad, Juan Villalonga, que acudió a Barcelona a presentar la próxima privatización.Explicó que, según su esquema, a partir del primero de febrero próximo las tarifas internacionales bajarán un 9% y las interprovinciales, un 5%. Posteriormente, a partir del tercer trimestre, Telefónica prevé reducir adicionalmente las tarifas internacionales en un 7% y las interprovinciales en otro 5%.

Villalonga, afirmó que estos descensos, junto con la. decisión de no subir las tarifas interurbanas "hasta que se liberalice el mercado de telefonía fija a partir de 1998, responde a la estrategia de la compañía de fidelizar a los clientes ante el futuro marco de competencia que habrá en el sector".

Descartó que el descenso de tarifas repercuta negativamente en la cuenta de resultados de la empresa, ya que espera un aumento del número de clientes de entre un 2% y un 3% en 1997.

Según Villalonga, la salida del Estado de la compañía es imparable dentro del proceso mundial de globalización, "donde el poder público queda reducido al papel de regulador, dejando la propiedad en manos privadas".

Villalonga afirmó que el actual núcleo estable de accionistas de Telefónica (La Caixa, BBV y Argentaria) "es el que es y continuará siendo". Añadió que si hay alguna institución interesada en tomar una participación debe acudir a la oferta pública de venta de acciones (OPV) "sin pedir permiso a nadie".