Dar de baja
Señor director, ¿ha intentado usted alguna vez dar de baja un vehículo de su propiedad? Yo acabo de hacerlo y le aseguro que constituye una experiencia que ningún amante del absurdo debería perderse. El caso es que, para solicitar baja del vehículo, hay que rellenar un impreso y firmarlo (lo cual es totalmente razonable). Lo llamativo del asunto es que la firma del solicitante no vale si no va acompañada de un sello de su banco o de un organismo oficial que certifique la autenticidad de la firma. No basta con que usted acompañe su solicitud con una fotocopia y el original de su DNI. Ni siquiera basta con que, una vez acreditada su identidad mediante el DNI, estampe su firma en el impreso de solicitud en presencia del amable funcionario de turno. No. Es necesario que un banco (u organismo oficial) certifique que la firma que figura en la solicitud es, efectivamente, la firma del solicitante y no la de su tío Ruperto. Por lo que se ve, la Administración no confía en la capacidad de os funcionarios para contrastar la firma de la solicitud con la firma el DNI, ni en su capacidad para conocer la cara del solicitante en fotografia de su DNI.Y digo yo: ¿por qué la Administración desconfía de mí y de los amables funcionarios y se fía, en cambio, de mi banco? ¿Cómo sabe la Administración que el sello de mi banco que autentifica mi firma es, a su vez, auténtico? ¿No debería alguien (por ejemplo, el cura de mi parroquia) certificar la autenticidad del sello y de la firma del interventor del banco? Y en tal caso, quién debería certificar la autenticidad de la firma de mi párroco?-
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