Arzalluz pide a Aznar un gesto político con el acercamiento de presos etarras al País Vasco

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, pidió ayer un gesto al jefe de Gobierno, José María Aznar, en el terreno de la pacificación vasca, que se concretaría en el acercamiento e algunos presos etarras al País Vasco. El almuerzo, celebrado en La Moncloa y el cual se alargó casi tres horas, fue una continuación del encuentro que ambos líderes tuvieron en noviembre pasado durante el viaje de Aznar al País Vasco. El presidente del Gobierno, por su parte, pidió apoyo parlamento a Arzalluz en la tramitación de algunas es delicadas, como la de reorganización Cesid. El líder nacionalista lo condicionó que el Cesid sea dirigido por el Ministerio Presidencia y no por el de Defensa, como ocurre actualmente.

El pasado noviembre Aznar se comprometió con Arzalluz a continuar una reflexión que ambos dirigentes políticos iniciaron entonces en una cena en Bilbao. El tema: la solución democrática a la violencia en el País Vasco. Esta cuestión, que ha enfrentado históricamente al PNV y PP, quedó fuera del pacto de investidura de abril.Arzalluz quiso indagar ayer hasta dónde estaba dispuesto a llegar Aznar y se encontró con una sorpresa. El presidente del Gobierno fue receptivo a sus apreciaciones sobre la necesidad de avanzar en soluciones políticas al reto de la violencia etarra.

Acuerdo con los partidos

Aznar aprovechó las vacaciones navideñas no sólo para leer los textos del ex presidente de la República, Manuel Azaña, sino un amplio informe del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, sobre la situación vasca en el que aboga por una estrategia de respuesta al reto de los grupos Violentos no limitada a una mera resistencia sino favorable a un avance en el consenso político de los partidos vascos. No obstante, Mayor Oreja está convencido de que ETA y su entorno sólo estarán dispuestos al diálogo cuando el cerco policial sea lo suficientemente amenazador para la banda terrorista y sus grupos de apoyo callejeros, como lo fue en 1992 con motivo de la detención de la cúpula etarra en Bidart.Arzalluz tampoco fue muy preciso en su petición a Aznar de un gesto político en el terreno de la pacificación, aunque éste podría concretarse en el acercamiento de algunos presos etarras al País Vasco. Según fuentes de Interior el tema de los presos fue uno de los asuntos que centraron el encuentro.

El PNV mantiene posiciones diversas sobre las posibles salidas al problema de la violencia, desde quienes abogan por el diálogo directo con HB a quienes defienden primar la reconstrucción del consenso en los partidos democráticos del pacto de Ajuria Enea. Arzalluz trata de arbitrar todas las posiciones, lo que le impide precisar fórmulas concretas.

Arzalluz ofreció su respaldo total a Aznar en la política del Gobierno de acercamiento a Europa y en todos los esfuerzos de austeridad para entrar en la Unión Monetaria, y argumentó que la solución del problema vasco pasa necesariamente por el acercamiento de España a Europa.

Aznar tenía, por su parte, especial interés en comprometer a su aliado en el apoyo parlamentario del PNV al paquete de proyectos de ley que se tramitará en el año legislativo, desde la Ley de Gobierno a la reorganización del Cesid, así como en sus planes para la reforma del mercado laboral.

Arzalluz trató a su vez de comprometer a Aznar en el respaldo al cierre definitivo del cupo vasco así como de la devolución del patrimonio del PNV. Ambos aspectos estaban recogidos en el pacto de investidura firmado en abril.

El encuentro celebrado el miércoles entre el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, y el vicepresidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, así como el celebrado el martes entre el vicepresidente político, Francisco Alvarez Cascos y el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, ha supuesto un importante avance.