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Entrevista:

"Los Urales son una de las cordilleras más ricas del mundo en yacimientos"

El conocimiento de los Urales constituye hoy el mayor proyecto y el más ambicioso de cuantos se están llevando a cabo en ciencias de la Tierra, afirma Andrés Pérez Estaun, geólogo, investigador del Instituto Jaume Almera, del CSIC (Barcelona). El lidera el proyecto internacional Uralides, en el que actualmente participan 39 instituciones científicas de todo el mundo (24 europeas, uña estadounidense y 14 rusas), cuyo objetivo es el estudio exhaustivo de los Urales, la cordillera que divide las placas continentales europea y asiática, considerada "una de las cordilleras más ricas del mundo en yacimientos de todo tipo", comenta Pérez Estaun.Pregunta. ¿Cómo se gesta un proyecto de tales características?

Respuesta. Al ponerse en marcha Europrobe [iniciativa multinacional surgida de la Fundación Europea de la Ciencia para la investigación en Ciencias de la Tierra], un colectivo reducido de científicos se juntan porque hay intereses que difícilmente pueden ser abordados por un solo grupo, colectivo o país. Con esta perspectiva, a principios de los noventa se plantea el estudio de los Urales de forma colectiva, de modo que puedan sumarse proyectos que aborden su conocimiento de manera multidisciplinar.

P. ¿Por qué se han escogido los Urales y no otras cordilleras?

R. Los Urales son una cordillera formada al final del paleozoico, hace 300 millones de' años, que -se encuentran en el interior de una enorme placa tectónica, la euroasiática, y que parece que han estado permanentemente ahí desde que se formaron, mientras que otras cordilleras paleozoicas europeas han sufrido una fuerte evolución. Según los datos de que se disponía, parece que tenía la raíz bien conservada y hundida en el manto. La discontinuidad de Mohorovicic, que es la que marca el límite entre la corteza y el manto, estaba hundida, lo cual no se corresponde con las teorías hasta ahora existentes sobre este tipo de estructuras. Por otra parte, se sabía que en esta cordillera se han preservado arcos de islas con una antigüedad de entre 400 y 500 millones de años, además de afloramientos en superficie de antiguos océanos.

P. ¿Además de las razones científicas, primaron las económicas?

R. Es obvio que los Urales son una fuente potencial de recursos energéticos v no energéticos. Se la considera una de las cordilleras más ricas del mundo en yacimientos de todo tipo.

P. ¿Cómo se ha visto desde Rusia este proyecto?

R. Allí nos recibieron maravillosamente. Hay que tener en cuenta que, hasta hace no mucho tiempo, Rusia disponía de dos ministerios dedicados a la geología y contaba con más de 6.000 geólogos a cargo del Estado. Su nivel fue muy alto y aún conservan un buen número de científicos trabajando en la zona, un equipamiento técnico razonable, una gran disponibilidad de medios y costes económicos razonables.

P. En la revista Science se publicaron en octubre pasado cuatro artículos referidos al proyecto Urseis. Por lo que comenta, cabe esperar más resultados de fuerte impacto.

R. El proyecto es de tal amplitud que la información adquirida, así como su calidad, es grande. Ello permite dar a conocer los resultados en revistas de gran impacto. Los cuatro artículos publicados en Science relatan experimentos de adquisición de imágenes por técnicas multisísmicas. Pero ésta es sólo una de las partes de las que consta Uralides. Hay otros experimentos en marcha como son el estudio del provincianismo faunístico, dotación e rocas, estudios de tipo geoquímico y otros ue, sumados, nos van a dar una imagen muy completa de los Urales.

P. La publicación de los resultados de uno de estos experimentos, el proyecto Urseis, se ha definido como una ecografía de los Urales.

R. Es, en efecto, una especie de ecografía de la estructura profunda de los Urales que muestra no sólo imágenes en profundidad, sino los límites entre las dos placas (la europea y la asiática), su estructura, cómo se produjo la colisión entre ambas, arcos de islas y los límites del manto. Lo más trascendente es que se verifica que la cordillera ha estado congelada desde hace 300 millones de años, lo que nos permite ver cómo fue su orogénesis, su formación.

P. ¿Cuáles son los pasos a seguir?

. R. Ahora necesitamos la interacción con todas las otras disciplinas que están trabajando en los Urales. En estos dos últimos años se han realizado más de 1.600 análisis de rocas, dataciones, su geoquímica o su transformación. Hay que ver qué datos nos aportan. Por otra parte, hay que contrastar las informaciones obtenidas con otras cordilleras como, por ejemplo, la Varisca europea, que tiene una magnífica expresión en la península Ibérica. Se trata de una cordillera con un origen similar pero que ha sufrido una evolución completamente distinta.

P. ¿Cuándo se va a cerrar el proyecto Uralides?

R. Dentro de tres años, que es cuando se espera que culmine todo el proceso de adquisición de datos. Lógicamente, el estudio de los Urales no se va a terminar nunca, pero los proyectos planteados tienen su finalización prevista en ese plazo.

P. Ante un proyecto de este tipo, uno se pregunta si además de motivaciones científicas o económicas hay que buscar algo más.

R. Nosotros vivimos en la Tierra, pero tenemos un desconocimiento enorme. A veces olvidamos que es nuestra fuente de. recursos, además de ser el origen de catástrofes naturales como terremotos 0 volcanes. Quién sabe si puede ser también el lugar idóneo para acoger nuestros residuos y asimilarlos. Cualquier conocimiento que nos permita desentrañar la dinámica y la evolución de la Tierra nos va a ayudar a entender mejor esos procesos, así como, su aprovechamiento y prevención. Conocer cómo trabaja la Tierra es un reto para los científicos.

P. ¿Los Urales constituyen la aproximación más completa a este objetivo?

R. No sé si la más completa, pero sí al menos la más ambiciosa. No cabe duda de que éste es uno de los proyectos a los que se han dedicado mayores recursos en Ciencias de la Tierra, alrededor de 2.500 millones de pesetas, y en el que se han aplicado técnicas de contraste más multidiscíplinares combinando investigaciones en superficie y en profundidad.

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