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Aznar no excluye mantener de forma inmediata un diálogo con González

José María Aznar no excluye incluir a Felipe González entre los dirigentes políticos con los que ha iniciado una ronda de diálogos privados. Esa conversación se podría producir "de inmediato" según el coordinador general del PP, Ángel Acebes. Asimismo, el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, anunció ayer un próximo, encuentro con el secretario de relaciones políticas del PSOE, Txiki Benegas.

El presidente del Gobierno enmarcaría ese contacto con González, y también con los tres presidentes autonómicos del PSOE, en el mismo capítulo que los encuentros mantenidos ya con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; con el de Uniò, Josep Antoni Duran Lleida, y con el coordinador general de IU, Julio Anguita, así como el que mantendrá el jueves, según Europa Press, con Xabier Arzalluz, el presidente del PNV. Ayer ofreció a la comisión permanente del PP un primer balance de esas citas tan positivo como para asegurar la estabilidad parlamentaria y del Gobierno durante 1997.Aznar se reunió después en una comida en la sede del PP con los diez presidentes autonómicos del PP y les reclamó que respeten y cumplan a "rajatabla" la consigna de contención del déficit público indicada en los presupuestos generales. Aznar les advirtió que será "tajante", "implacable" y "riguroso" en ese objetivo, pero no concretó si sancionará a los que se lo salten. Tampoco explicó cómo implicará a las autonomías y los ayuntamientos gobernados por el PSOE.

El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, manifestó al finalizar ese encuentro que hubo unanimidad en el compromiso de contención del déficit público, así como en el respaldo al nuevo modelo de financiación autonómica. También anunció su próxima reunión con el secretario de Relaciones Políticas del PSOE, Txiki Benegas. El tema es inequívoco: la política autonómica. No obstante, Benegas manifestó ayer que aún no ha sido convocado.

Rajoy dio a entender que su objetivo al querer reunirse con Benegas es reabrir el diálogo sobre el pacto autonómico. El ministro expresó su perplejidad por la actitud del PSOE de negarse a firmar un pacto nacional sobre la reforma de los estatutos de autonomía y, posteriormente, proceder a hacerlo en algunas comunidades como Castilla-La Mancha, donde el socialista José Bono ha tomado la iniciativa.

La posición del Gobierno ante el nuevo modelo de financiación autonómica es firme. Seguirá adelante con el nuevo sistema, de cesión del 30% del IRPF con capacidad normativa, pese a los recursos de inconstitucionalidad presentados o anunciados por las tres comunidades gobernadas por él PSOE.

Rajoy cree en la constitucionalidad del nuevo modelo y argumenta que existe "una estrategia clara del PSOE de erosión contra el Gobierno con la política autonómica como ariete principal".

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Desde hoy, martes, hasta mañana, jueves, se celebrarán las reuniones de las comisiones mixtas del Gobierno con las comunidades gobernadas por el PP para firmar el nuevo modelo de financiación vigente para cinco años, aprobado globalmente el pasado 24 de septiembre. Hoy firmarán el nuevo modelo los gobiernos autonómicos de Valencia, Cantabria y Murcia.

Si las tres comunidades gobernadas por los socialistas no asumen, tal y como han anunciado, el nuevo modelo, tendrán que acogerse al anterior, según confirmó ayer Rajoy. El ministro apostilló: "Si no hay acuerdo y no aceptan el nuevo modelo, Andalucía y Extremadura seguirán con el modelo anterior, igual que sigue Rodríguez Ibarra, que ni siquiera aceptó la cesión del 15% del IRPF aun a costa de perder importantes recursos presupuestarios. Son decisiones que cada uno toma y asume sus responsabilidades y las tiene que explicar a aquellas personas que lo eligen para gobernar"

Críticas a Romay

La primera comisión permanente del PP de 1997 transcurrió sin grandes aportaciones hasta que el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos concluyó su habitual balance de gestión. En ese momento se levantaron el presidente del PP en Cantabria, Gonzalo Piñeiro, y el del PP en Castilla-La Mancha, Agustín Conde, y arremetieron, según fuentes del partido, contra la política de nombramientos del ministro de Sanidad, José Manuel Romay, allí presente.Piñeiro y Conde se hicieron eco de un supuesto "cabreo de las bases" contra Romay por mantener en la cúpula del Ministerio a la mayoría de los altos cargos de la etapa socialista. Ambos destacaron que en los pocos casos en que se había sustituido a alguno de esos responsables había sido para poner en su lugar también a significados simpatizantes del PSOE.

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