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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Centro de documentación musical

Fue grata mi alegría el ya pasado ano ante el plante que protagonizaron los catedráticos de música más ilustres de nuestro país, que en su derecho exigían una enseñanza musical compatible con las salas de conciertos, algo que cualquier alumno y músico debe comprender. Fue grata mi alegría, digo, no por pensar que en breve se van a solucionar muchos de los problemas allí planteados, sino por ver, por vez primera en muchos años, en pie de guerra a un gremio tan variopinto como es el musical. Este gremio ha aguantado lo indecible: cambios de sistemas educativos, número de plazas insuficientes ante la demanda ciudadana -incluso en los ciclos superiores-, ampliación del número de años de estudios (mi carrera consta de tan sólo 16 años actualmente) y la permanencia -erre que erre- de considerar la música como estudios no superiores (universitarios), en agravio comparativo con otras bellas artes que sí forman a sus estudiantes como licenciados.El objetivo de esta carta es llamar la atención a los responsables municipales sobre el panorama musical en Madrid, y en particular sobre la única biblioteca pública que está destinada a la música.Tiene más de 10.000 socios y unas dependencias de apenas 20 metros con una sala de lectura en la que lo raro es que quepan 20 personas; en ella pueden escuchar CD en sus cinco reproductores los cinco primeros madrileños que accedan a sus dependencia (casi merece ganar en un concurso televisivo el que lo consigue).

Son indecibles las colas que se forman pues, por supuesto, sólo hay un bibliotecario para atender a semejante demanda en los tres servicios que presta: préstamo de libros, préstamo de CD para escuchar en sala y copiado y filmado de documentos. Así que no. es raro que, mientras atiende a una sola persona, tenga que fotocopiar algún documento, cambiar de sala en busca de una grabación mozartiana, sal ir al servicio o tomar el ascensor para bajar a por alguna partitura. Todo esto con una sola persona para 10. 000 socios. ¡Para que luego digan que hay que reducir presupuestos!-

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