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EXPLOSIÓN DE GAS EN CUENCA

Una brutal explosión de gas destroza un bloque entero de viviendas en Cuenca

Un edificio de tres plantas reventó ayer poco después de las siete de la mañana en Mota del Cuervo (Cuenca) a causa de una violenta explosión de gas propano que provocó casi una veintena de heridos. Cinco personas permanecían ingresadas anoche enhospitales de Madrid, Ciudad Real y Albacete, tres de ellas con pronóstico grave y una de ellas en coma. "Al ver cómo había quedado el bloque no podía creer que no hubiera muertos entre los escombros", relataba el alcalde, Feliciano Mayorga, que creía vivir "una película de miedo"

Anastasio Zarco Caballero, de 43 años, vecino del 1º B en el primer bloque del edificio siniestrado, se levantó ayer de la cama a las siete de la mañana, entró en el cuarto de baño y encendió el cigarrillo que provocó una explosión de gas propano. El aseo desapareció del mapa. Los tabiques volaron. El suelo de los dos primeros pisos se desplomó y los cascotes saltaron a más de 50 metros de distancia.El único comentario que se escuchaba ayer en el municipio conquense, de 5.600 habitantes, era: "¡Qué suerte!". Una frase que no concordaba con el paisaje de la plaza Andrés Segovia donde el bloque, con seis viviendas en total, se mantenía apenas en pie sobre su esqueleto mostrando un interior que no era más que un amasijo de camas retorcidas, escombros, polvo y desolación.

No hubo víctimas mortales pero sí numerosos heridos: dos matrimonios permanecen ingresados en diversos hospitales con pronóstico grave y otras 14 personas fueron atendidas en el Centro de Salud del municipio aquejados de diversas lesiones leves.

Según los técnicos, el desastre no fue mayor por tres razones: la debilidad de las paredes exteriores, que reventaron evitando una onda expansiva más violenta; el hecho de que la mayoría de los vecinos estuvieran durmiendo; y el día de la semana: era sábado y no martes, cuando hay, mercadillo junto al edificio.

La onda expansiva apagó el conato de incendio consecuencia de la explosión. Las investigaciones no han aclarado aún si la acumulación del gas propano se debió a un escape o a un despiste.

Anastasio, albañil en paro, trata de recuperarse la Unidad de Quemados del Hospital de Getafe (Madrid) de las quemaduras de segundo grado que afectan al 12% de su cuerpo y de la operación en la que se le amputó un dedo de la mano derecha. Su pronóstico es grave y precisa respiración asistida.

En ese mismo piso dormían su esposa y tres hijos, de entre 12 y 16 años. La madre, Susana Delgado, de 36 años, está en el Hospital de Álcazar de San Juan (Ciudad Real), su pronóstico es grave y presenta síndrome de aplastamiento y fractura del omóplato derecho. "Lo que no me podía creer es que estuviera viva", explica uno de los siete bomberos de Villarrobledo (Albacete) desplazado hasta Mota. "La sacamos de debajo de una losa de dos metros cuadrados después de que la mujer cayera al sótano del bloque al desplomarse el suelo".

Los cuatro médicos del Centro de Salud de Mota que llegaron pocos minutos después de la explosión y uno de los vecinos de Susana, el concejal de Izquierda Unida Dionisio Red, también pensaron que estaba muerta. "A mí me pilló al salir del dormitorio y vi como venía hacia mí la puerta de entrada de mi casa. Se quedó a 20 centímetros gracias a un medio tabique que tenía delante", relataba Dionisio. "Bajé a casa de Susana y la encontré debajo de una montaña de escombros. Me di cuenta de que aún estaba viva porque intentaba respirar por la nariz". Los tres hijos de Anasta

sio y Susana tan sólo sufrieron cortes y magulladuras.

Otro de los heridos, César Martínez, de 41 años, se encuentra en coma en el Hospital Clínico de Madrid, a donde fue trasladado por una ambulancia del servicio 061 del Insalud, informa Luis. Fernando Durán. Presenta traumatismo craneoencefálico, fractura de la base del cráneo, hemorragia cerebral y fractura de tres vértebras, esternón y tres costillas. A juicio de los médicos, "sólo tiene un 1% de posibilidades de sobrevivir". César, que dormía en primer piso del bloque continuo, trabaja eventualmente como albañil. Su esposa, Asunción Chinchilla, de 40 años, también está grave. Sufre fractura craneal y tiene la médula afectada. Está ingresada en el Hospital General de Albacete. La quinta víctima ingresada es una hija de ambos, Amílcar, de 18 años, que sufre fractura de dos vértebras. Su diagnóstico es leve.

'Todía haber sido peor, pero yo ahora sólo pienso en que me he quedado sin casa", decía una de las vecinas. "El bloque se puede reconstruir pero llevará meses y dinero", aseguraba el aparejador municipal. La mayoría de los afectados fueron acogidos ayer por familiares. Además, el alcalde puso a su disposición un piso del Ayuntamiento y está dispuesto a alojar a quien lo necesite.

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