La gravedad de Yeltsin deja a Rusia estancada

Rusia se encamina inevitablemente hacia el estancamiento. El estado de salud de Borís Yeltsin es más grave de lo que se creía en un principio, por lo que seguirá sin poder tomar las riendas del país. El presidente ruso está aquejado de una "neumonía doble" y deberá permanecer por lo menos otros tres días en el Hospital Clínico Central de Moscú. Después necesitará tres semanas de rehabilitación antes de poder regresar a su despacho en el Kremlin, lo que significa que tendrá que aplazar los próximos compromisos internacionales y nacionales ya previstos."Para ser sinceros, todavía no hemos conseguido un viraje radical [hacia la mejoría]", dijo ayer Serguéi Mirónov, jefe de los médicos del Kremlin, al referirse a la salud de Yeltsin. Mirónov señaló que el presidente ruso debería haber sido hospitalizado unos días antes, y que así se lo había dicho, pero Yeltsin se negó a seguir el consejo de los médicos. "Psicológicamente lo entiendo. Acaba de recobrarse de un problema muy serio cuando de pronto surge otro, aunque más pequeño", agregó.Mirónov reconoció que la enfermedad "está deprimiendo" a Yeltsin y que su estado de ánimo no es bueno. "Sin embargo, no veo ninguna razón para mostrar demasiado pesimismo", manifestó el médico del presidente. Refiriéndose a las tres semanas de rehabilitación que necesitará Yeltsin, explicó que "esto no significa que permanezca aislado en una residencia". Dejó, sin embargo, claro que no piensa que antes de este plazo pueda volver a su despacho en el Kremlin. A pesar de todo, Yeltsin se siente ahora mejor que el miércoles pasado, cuando fue internado. Han disminuido los ruidos en los pulmones y respira con más facilidad que el primer día de su enfermedad. Ayer su temperatura era "normal" y su tensión arterial se mantenía "estable".

Los médicos insisten en que no hay ninguna relación entre la actual neumonía de Yeltsin y el estado de su corazón, del que fue operado a principios de noviembre del año pasado. Mirónov ayer subrayó que "no hay ningún síntoma objetivo que amenace a Borís Yeltsin de insuficiencia cardiaca" y aseguró que el sistema cardiovascular del presidente es "bastante estable".

El presidente del Consejo de la Federación (Cámara alta del Paramento ruso), el ex comunista Egor Stroev, ha pedido, ante la situación de Yeltsin, una reforma constitucional para reforzar los poderes del Parlamento. Stroev indicó que la actual Constitución, adoptada en diciembre de 1993, es "demasiado presidencialista y estuvo bien para aquella época, pero no es un icono". Mientras tanto, Alexandr Lébed -según las encuestas, el hombre más popular de 1996- declaró que se apresta a "tomar el poder de forma civilizada", para lo cual acaba de formar su propio partido.

La neumonía es doble, es decir, afecta a ambos pulmones, y su gravedad es media, según la radio Eco de Moscú, que citó fuentes anónimas del Hospital Clínico Central, el centro médico de la élite, donde son atendidos los dirigentes y altos funcionarios rusos. Aparentemente se desarrolló de un resfriado cogido durante una cacería, la semana pasada. El sábado 4, cuando recibió al canciller alemán, Helmut Kohl, ya tosía fuertemente y hubiera sido natural cancelar los compromisos que tenía. Sin embargo, el lunes, a pesar de estar con fiebre, presidió una reunión de la cúpula del Kremlin consagrada a planificar las respuestas de Rusia tras la ampliación de la OTAN.

. Una fuente médica del Hospital Clínico Central acusó al equipo médico del Kremlin de negligencia. "Los responsables [de la neumonía doble] son los médicos del Kremlin y personalmente el profesor Serguéi Mirónov, pues se descuidaron y no se dieron cuenta del comienzo de la pulmonía", declaró la fuente anónima a la emisora Eco de Moscú.

La nueva enfermedad de Yeltsin ha motivado el aplazamiento, por segunda vez, de la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), organización formada por la mayoría de los países que integraban la hoy desaparecida Unión Soviética. La reunión, que estaba prevista para el próximo viernes, posiblemente se celebrará a fines de mes. También es probable que Yeltsin deba postergar el viaje que el 4 de febrero debía hacer a Holanda para entrevistarse con los dirigentes de la Unión Europea.