Santiago Matallana combina el Madrid del 23-F y la 'movida' en su primer filme

Santiago Matallana (Madrid 1966) ha utilizado elementos autobiográficos y ficticios, casi esperpénticos, en el guión de El ángel de la guarda, su primer largometraje, que se estrena hoy. "Me gusta la definición de Arrabal, que dice que la imaginación es el arte de combinar recuerdos", dijo ayer el director. "Yo he combinado, encadenado y exagerado mis recuerdos en este filme". Son los recuerdos del Madrid de 1981, con el trasfondo del 23-F y el nacimiento de la movida. "Encuentro fascinante la transición y me pareció que sería bonito combinarlo con la experiencia adolescente. La transición es la adolescencia de nuestro sistema político".El ángel de la guarda cuenta en su reparto con veteranos, como Manuel Alexandre y Amparo Soler Leal, o Marta Fernández Muro, y con jóvenes actores: Zoe Berriatúa, Javier Albalá y Trinidad Iglesias. El peso de la película recae en todos ellos, según el momento, y no en uno solo. "Hay una historia principal, entre Jorge (Berriatúa) y su abuelo (Alexandre), pero prefiero pensar que el filme tiene una estructura de telaraña, como las que suele hacer Gutiérrez Aragón", explica el director. Hay cierta ambigüedad en todos los personajes. "Me gustaría que al salir del cine el espectador lo hiciera con la duda de quién es bueno y quién malo. Todos los personajes sufren de alguna manera una crisis de identidad".

Manuel Alexandre, que encarna al abuelo, un general franquista retirado y entregado al alcohol, considera que el filme se puede ver de distintas formas, pero que se trata de una historia coral. "Es la historia de una familia, con sus peculiaridades, en la que todos aportan algo como los afluentes a un río". Alexandre manifestó su satisfacción por haber participado en este proyecto. 'Trabajar con un director novel es siempre una aventura y Matallana ha demostrado la seguridad de un maestro". Él ángel de la guarda le deparó el premio al mejor actor en el Festival de Gijón.

Amparo Soler Leal añadió que "lo que hay que hacer es trabajar con directores jóvenes, porque eso te exige tener muy bien puesta la cabeza y permite una vida profesional muy larga".