Interior intensifica la seguridad en Barajas tras el atentado fallido de ETA

El atentado fallido de ETA contra Barajas ha desatado modificaciones en el sistema de seguridad del aeropuerto, según señaló la Delegación del Gobierno en Madrid. Los miembros de la Guardia Civil vigilan desde ayer zonas del perímetro exterior del aeropuerto y otros descampados anexos que hasta el día de ayer permanecían sin control policial. "Se trata de custodia¡ puntos estratégicos sin vigilancia", señalaron fuentes de la Guardia Civil. Sin embargo, no se aumenta el número de agentes.

Las granadas lanzadas sin éxito por los terroristas han tenido un efecto inmediato. El Ministerio del Interior ha reestructurado la red de seguridad que forman los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. El ala este y la zona de ampliación del aeropuerto tendrán un nuevo cordón policial con agentes del Instituto Armado. "Se trata de custodiar solares cercanos para evitar que se causen daños en Barajas", indicó un portavoz de la Guardia Civil. Así, el control policial abarcará todo el perímetro aeroportuario.La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid denunció ayer que la Compañía Logística de Hidrocarburos mantiene 60 millones de litros de keroseno en un almacén de combustible del aeropuerto, cerca del lugar donde se produjo el fallido atentado de ETA. Los vecinos exigen el traslado de ese combustible a una zona del aeropuerto más despoblada, informa Europa Press.700 agentes

La facilidad con la que actuó la banda terrorista al lanzar las granadas preocupa a los responsables de AENA, que, sin embargo, no han tomado ningún tipo de medidas. "La seguridad es asunto de Interior", aseguran. No obstante, ayer había varios guardas jurados que vigilaban el aeropuerto desde varias atalayas situadas fuera del límite de Barajas.

La banda terrorista lanzó en la madrugada del día de Reyes cinco granadas del Ejército contra la zona de aparcamiento de aviones. Los disparos se realizaron desde la calle del Escorpión, a menos de 800 metros de la línea de seguridad de Barajas. Ninguna de las granadas alcanzó su objetivo. Tres de los cinco artefactos estallaron a menos de 500 metros del aeropuerto y los otros dos no llegaron a explotar.

En el aeropuerto de Barajas trabajan en tareas de seguridad 300 policías y 400 guardias civiles. El instituto armado se encarga de la vigilancia exterior y de la aduana. La policía se encarga de la lucha contra la delincuencia y del control de pasaportes.

Por otra parte,, funcionarios de la comisaría de Barajas detuvieron el martes a tres delincuentes que habían robado el equipaje completo a un ciudadano británico en los pasillos del aeropuerto.