Un resfriado obliga a Yeltsin a acortar una reunión para replicar a la OTAN.

El líder ruso Borís Yeltsin sufre un fuerte catarro que le obligó, ayer, a acortar una minirreunión consagrada al problema Rusia-OTAN, la primera en su genero que celebra la cúpula del Kremlin. Los dirigentes rusos reiteraron su posición contraria a los planes de expansión de la Alianza hacia el Este. Yeltsin ordenó preparar un programa de acciones de respuesta, que coordinará el ministro de Exteriores, Yevgueni Primakov.El endurecimiento de la posición del Kremlin se produce a los dos días de la visita a Rusia del canciller alemán, Helmut Kohl, lo que confirma que sus conversaciones fueron un rotundo fracaso.

Después del encuentro se supo que Yeltsin había cancelado todos sus compromisos en los próximos días, debido al catarro. Su secretario de prensa, Serguéi Yastrzhembski, dijo que el presidente ruso había asistido a la reunión de ayer Con ligera fiebre, pero al mismo tiempo subrayo que esto "de ninguna manera" está vinculado con la operación de corazón -con implantación de cinco puentes cardiacos- que se le practicó en noviembre.

Lo más probable, según Yastrzhembski, es que sea consecuencia de la "ola de gripe que azota a Moscú". Además, según el portavoz del Kremlin, "muchos miembros de la familia presidencial están o últimamente han estado enfermos de gripe". Yeltsin, posiblemente, se constipó la semana pasada debido a su afición por la caza. Pese a la supuesta levedad de la nueva enfermedad del presidente, la televisión rusa informó de que el consejo de médicos de Yeltsin se reunió a mediodía en la misma, residencia oficial. El portavoz del Kremlin declinó confirmar esta información.

A pesar de la indisposición de Yeltsin, que puede prolongar el proceso de recuperación después de la operación, continúan los preparativos para las reuniones internacionales en las que el líder ruso participará. La primera de ellas será el día 17, cuando en Moscú se celebre la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes.