La Bolsa de Madrid pierde el 2,30%, mientras la deuda española vuelve a marcar una cota histórica
Las bolsas europeas han comenzado el ejercicio en pleno desconcierto ante los recortes sufridos en Wall Street. El índice general de la Bolsa de Madrid estrenó el año con una pérdida del 2,30% (10,23 puntos), después de ocho subidas consecutivas. París, por su parte, perdía un 2,54%; Londres, un 1,48%, y Francfort, un 1,38%. El único dato positivo del día lo aportó el diferencial con la deuda alemana, aún más castigada que la española, que se situó en 1,02 puntos, nivel mínimo en la historia de este mercado, a pesar de que la rentabilidad de la deuda a 10 años subía hasta el 6,98% en el mercado secundario.
El nerviosismo de los inversores tiene diversas y abudantes razones, aunque sería suficiente explicación la capacidad de arrastre del mercado norteamericano, tradicional indicador de tendencia para el conjunto de las bolsas del mundo. Las expectativas del crecimiento económico en Estados Unidos en los últimos meses ha puesto de actualidad el miedo a un incremento de la inflación y al consiguiente movimiento reflejo por parte de la Reserva Federal: una posible subida de tipos de interés. Tanto el mercado de deuda como la Bolsa han sufrido un importante descenso en la sesión de cierre del pasado año y ayer no abrieron en mejores condiciones, ya que el Dow Jones llegó a perder hasta 95 puntos poco después del inicio de la contratación. Al final de la sesión, el Dow Jones se recuperó y perdió sólo 5,78 puntos.
Miedo al consumo
La causa de esta nueva caída de Wall Street residía en el índice de la Asociación de Directores de Compras que, con un incremento de 1,3 puntos, hasta el 54%, muestra una importante reactivación del consumo. Los inversores dejaron de lado una noticia financieramente buena, como es el aumento de peticiones de subsidio de desempleo, que supone un freno al consumo, y dejaron que los nervios decidieran la conducta a seguir. Los inversores españoles se han dejado arrastrar con facilidad porque el mercado estaba pidiendo una cuantiosa realización de beneficios después de la subida en vertical de las últimas sesiones. Los asistentes al parqué madrileño argumentaban una parte de los recortes por la reconocida intención de muchos inversores de vender sus títulos precisamente hoy, pues de esta forma se retrasa la tributación por plusvalías hasta junio de 1998, es decir, un año de diferencia que justifica sobradamente asumir un recorte del 2,3% de media. La contratación ha descendido respecto de las últimas sesiones del año, aunque la liquidez ha sido alta. Ayer se negociaron 56.670 millones de pesetas efectivas frente a los 100.000 millones de pesetas de la sesión de cierre del ejercicio pasado, en una muestra de interés comprador a largo plazo y de temor a corto. Las expectativas para este ejercicio siguen siendo alcistas y había quien no quería dejar pasar una ocasión de comprar a buen precio, aunque en este momento es Wall Street quien decide qué momentos son buenos y cuáles son malos.
La caída en los precios en los mercados de deuda, en parte justificada en Estados Unidos por la posibilidad de un cambio de tendencia en los tipos de interés, puede considerarse también como una retirada de beneficios, en parte malograda por el apresuramiento. El precio del futuro el bono a 10 años caía a última hora de la tarde 1,33 puntos, prácticamente igual que el futuro del bono alemán. No obstante, en el momento del cierre de la Bolsa, el bono alemán resultaba más castigado, lo que permite es trechar el diferencial entre ambos productos hasta un nuevo mínimo histórico y mantener intactas las expectativas sobre la evolución de los tipos de interés y de los mercados, naturalmente con el permiso de Wall Street. Las bolsas europeas fueron también un ejemplo de la capacidad de arrastre del mercado norte americano, con pérdidas del 2,54% en el mercado de París, el 1,48% en Londres y un 1,38% en Francfort.
Tipos de interés
Los operadores más experimentados veían la sesión de ayer con cierto escepticismo, pero sin restar importancia a la presión de la Bolsa norteamericana. El mercado español continúa inmerso en la valoración de la inclusión de España entre los países de acceso directo a la moneda única, y eso no lo va a cambiar una sesión de Bolsa, ni lo va a cambiar demasiado la posible modificación de la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos.El mercado de divisas no aportó muchas novedades, ya que el dólar seguía con altibajos y la peseta se defendió bien frente al marco. El cambio medio del dólar fue de 130,35 pesetas, 92 céntimos inferior al del pasado lunes, y el del marco fue de 84,28 pesetas, por lo que no ofreció variaciones.
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