"No lo lamento"
"No lo lamento", declaró a la televisión pública israelí el soldado Noam Friedman, de 19 años, después de ser detenido por haber disparado a bocajarro con su rifle M-16 en Hebrón y haber herido a seis palestinos. El diálogo entre el periodista y el ultranacionalista religioso fue el siguiente:
Pregunta. ¿Quién le ha dado el arma?
Respuesta. El Ejército.
P. ¿Quién le aconsejó cometer semejante acto?
R. Nadie.
P. ¿Piensa que ha causado mal al país?
R. No, al contrario; es un bien para el país.
P. ¿Por qué lo ha hecho?
R. Hebrón nos pertenece desde siempre y por siempre jamás.
P. ¿Cree que está usted normal?
R. Absolutamente normal.
P. ¡Pero ha disparado sobre inocentes!
R. Ésos no son inocentes, son enemigos de Israel.
Antes de esta breve entrevista, mientras la policía le metía en un furgón para trasladarle a la comisaría, Noam Friedman gritó triunfante, al tiempo que agitaba su puño en alto: "Abraham compró la Cueva de los Patriarcas por 400 shekels [moneda israelí] de plata. Nadie la devolverá".
La Cueva de los Patriarcas -el tradicional lugar de enterramiento de los patriarcas bíblicos Abraham, Isaac y Jacob, y sus esposas- es una de las razones por las que los 400 colonos judíos de Hebrón afirman que no pueden abandonar una ciudad de 100.000 palestinos ocupada por Israel en 1967. La Biblia dice que en Hebrón, hace unos 4.000 años, Abraham, el padre de los judíos, pagó 400 shekels de plata por una cueva destinada a enterrar a su esposa Sara.
Pero la Cueva de los Patriarcas también es un lugar sagrado para los musulmanes, que la llaman Haram al Ibrahimi. Allí fue donde Baruk Goldstein mató en 1994 a 29 palestinos mientras oraban.
Según el ministro de Seguridad Interior de Israel, Avigdor Kalahani, Fridman, que servía en la base militar de Anatot, "sufre problemas mentales".
