_
_
_
_
_

La oposición a Milosevic vuelve a manifestarse a pesar de las agresiones sufridas el martes

A pesar del intenso frío y la represión policial, miles de ciudadanos de Belgrado contrarios al presidente serbio, Slobodan Milosevic, volvieron a manifestarse ayer por las calles de la ciudad para pedir el reconocimiento de los resultados de las elecciones locales. El día anterior, partidarios de Miloseic abrieron fuego contra la marcha de la oposición e hirieron de bala a uno de los manifestantes. Los simpatizantes de la coalición opositora Unidos defienden desde hace un mes en la calle su triunfo en los comicios del pasado 17 de noviembre, anulado por meras cuestiones de procedimiento.

Ni el incidente del martes, ni la nieve y las bajas temperaturas, lograron evitar que un día más los simpatizantes de la coalición opositora Unidos se manifestaran por las calles de la capital serbia. Afortunadamente, ayer no se repitieron los enfrentamientos del día anterior cuando ciudadanos leales al presidente serbio y opositores a su Gobierno se enzarzaron en una violenta pelea callejera que se saldó con un herido de bala.Vuk Draskovic, líder del movimiento opositor Renovación Serbia, afirmó que los enfrentamientos han dejado al genio de la violencia salir de su botella y marcan "el comienzo de una guerra civil en Belgrado". Por su parte, Zoran Djindjic, dirigente del opositor Partido Democrático dijo que las autoridades serbias "han perdido totalmente el norte" y que Milosevic puede estar estudiando u plan para prohibir futuras manifestaciones. "Tenernos informaciones sobre una decisión tomada ayer por Milosevic para prohibir las manifestaciones y que los servicios del Estado están listos para ponerla en práctica", aseguró.

Tanto EE UU como Francia han hecho responsable a Milosevic de la violencia callejera que sufre Belgrado y el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, ha afirmado que una nueva escalada de violencia dañaría los esfuerzos de Yugoslavia para su reintegración en Europa.

La violencia sacudió el martes por primera vez en más de un mes las pacíficas marchas de protesta de la oposición contra el fraude electoral. Un portavoz de la coalición Unidos denunció que la convocatoria de una manifestación de apoyo el gobernante Partido Socialista, en el mismo lugar y a la misma hora en que suelen desfilar los partidarios de la oposición, fue una. clara provocación".

El Partido Socialista movilizó a unas cien mil personas en un típico acto de desagravio al líder que gobierna en Serbia desde hace casi 10 años. La oposición aseguró que la mayoría de los contramanifestantes procedían de ciudades de provincia y que habían llegado a la capital serbia en autobuses fletados por el partido en el poder. Entre ellos se contaban numerosos obreros industriales llamados a apoyar "espontáneamente la política del Milosevic". En opinión de algunos representantes de Unidos, los trabajadores habían sido amenazados con la supresión de una paga extra si no acudían a la manifestación de Belgrado.

El presidente serbio dirigió la noche del martes a sus partidarios un breve discurso -el primero en público desde hace cuatro años- en el que denunció a los "enemigos extranjeros" que "quieren desestabilizar a Serbia en colaboración con quintacolumnistas", en una clara alusión a la oposición democrática, mientras sus partidarios gritaban "iSlobo!, "iSlobo!, "iSlobo!".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_