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González pretende que su misión permita la democratización de Serbia

Juan Carlos Sanz

ENVIADO ESPECIAL La misión de Felipe González en Belgrado, al frente de una comisión internacional que investiga el fraude en las urnas denunciado por la oposición al presidente Slobodan Milosevic, pretende ir más allá de la solución al conflicto político para iniciar una transición democrática en la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro). Según han informado fuentes diplomáticas citadas por la agencia France Presse, "el régimen serbio ha comprendido que es necesario hacer algún cambio".

El ex p residente del Gobierno español Felipe González, encargado por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) de examinar los hechos que privaron a la coalición opositora Unidos de la victoria electoral en las grandes ciudades de Serbia, incluida la capital, dejó patente el sábado que "la percepción de que hay que hacer un esfuerzo democratizado r " se ha visto confirmada al término de su ronda de reuniones en Belgrado.Los miembros de la delegación de la OSCE, integrada por diplomáticos y expertos de países europeos y de Rusia, Estados Unidos y Canadá, han abandonado la capital serbia con la convicción de que la oposición serbia fue "víctima de una maquinación legal" que le impidió ver reconocido su triunfo en las urnas en 15 de las 18 principales alcaldías el pasado 17 de noviembre. El supuesto robo de las elecciones desencadenó un formidable movimiento de protesta ciudadana con manifestaciones masivas que se han sucedido día tras día en las últimas cinco semanas y continúan.

Artimañas legales

Para los dirigentes de la heterogénea coalición de la oposición, la única salida al conflicto es la entrega por parte de Milosevic del poder municipal que les fue arrebatado con artimañas legales. También rechazan la oferta del presidente de repetir los comicios municipales si la OSCE confirma la existencia de irregularidades. Pero los miembros de la misión internacional advierten de que sólo con un avance democratizador podrá desbloquearse el enfrentamiento entre el gobernante Partido Socialista (ex comunista) y los partidos de Unidos.Mientras Felipe González redacta sus recomendaciones a la dirección de la OSCE, que prevé entregar dentro de una semana, algunos observadores diplomáticos en la capital serbia entienden que Milosevic podría dar un primer paso hacia la transición democrática. Se menciona por ejemplo la cesión del control de al menos un canal de televisión estatal, para propiciar así una apertura política ante las elecciones legislativas y presidenciales prevista para el año que viene.

La cuestión es si Milosevic, que prendió hace 10 años la mecha del hegemonismo panserbio que provocó el trágico estallido de la antigua Yugoslavia, ha en tendido el mensaje de Felipe González. Sus partidarios han comenzado ya a echarse a la calle en contramanifestaciones de condena a. la oposición. Al grito de "Lacayos de Occidente" y "Traidores", miles de personas convocadas por el Partido Socialista han desfilado en apoyo de Milosevic en varias ciudades.

El recurso a las concentraciones de desagravio al régimen -que en algunos casos se han saldado con lanzamiento de huevos y cruces de insultos con los manifestantes de Unidos- puede abrir la puerta a un enfrentamiento civil.

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La todopoderosa esposa del presidente serbio y líder de Izquierda Unida Yugoslava, Mirjana Markovic, ha asegurado incluso que la política de la coalición Unidos está basada en "el concepto de la guerra civil".

Y aunque ningún portavoz oficial lo haya confirmado, tanto portavoces de la oposición como, observadores extranjeros en Belgrado aseguran que el régimen se está preparando para organizar mañana una gigantesca contramanifestación en la capital serbia.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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