Roldan simuló deudas con una empresa argentina para conservar su patrimonio

Los trucos que Luis Roldán utilizó para salvar la fortuna que había acumulado y ocultar sus bienes van quedando al descubierto de manera paulatina y una vez más retratan la imagen de un auténtico pícaro. Un informe de los peritos judiciales de la Agencia Tributaria revela que el ex director de la Guardia Civil simuló deudas con una compañía argentina para provocar dos embargos en Francia y España con los que poner a salvo acciones, fincas y viviendas valoradas en unos 500 millones de pesetas.

Para ocultar sus propiedades y protegerlas de la acción de la Justicia, Luis Roldán utilizó la, cobertura de la Compañía General de Mandas, SA, una empresa argentina propiedad de Luis Eugenio Holgado Valdivia, un bonaerense que cuenta con antecedentes penales en su país por estafa, homicidio y tenencia ilícita de armas. Su finca en Córdoba (Argentina) fue vigilada por la Policía española durante la fuga de Roldán. Holgado reconoce su amistad con el agente secreto del Ministerio del Interior con los socialistas Francisco Paesa Sánchez, el hombre que ha blanqueado y ocultado los 1.605 millones de pesetas que el procesado tenía en tres cuentas suizas.Los peritos señalan que los datos contables de la citada empresa, en poder de la Justicia española, no recogen los supuestos préstamos millonarios que se argumentan en las demandas presentadas, tanto en Francia como en España. "Estos datos permiten dudar razonablemente de la existencia de los citados préstamos. La operación podría pretender el traspaso del' patrimonio de Roldán a la Compañía General de Mandas", indican en uno. de sus informes incorporados al sumario.

La Compañía General de Mandas presentó en Madrid una demanda de juicio ejecutivo por 150 millones de pesetas contra diversas propiedades de Roldán. La reclamación se hizo el 31 de mayo de 1994, un mes después dé la huida del ex director general de la Guardia Civil, y se tramitó en el Juzgado número 58 de esa ciudad.

Cuatro cheques

El 17 de octubre de ese mismo año, el citado juzgado dictó sentencia favorable a la mencionada sociedad ' que reclamaba el impago de cuatro cheques con los que Roldán pretendía abonar un supuesto préstamo por esa cantidad concedido por la Compañía General de Mandas para financiar las inversiones de este último en su finca de frutales de Mequinenza (Zaragoza).Como prueba de este préstamo, Holgado Valdivia adjuntaba en su demanda un contrato fechado el 12 de febrero de 1989 en Caracas (Venezuela) y firmado por las dos partes. Asimismo, exhibía fotocopias de los cuatro cheques protestados por los bancos y librados los días 19 y 20 de mayo dé 1994, un mes después de la desaparición del supuesto deudor.

Fuentes del Juzgado número 58 advierten que la validez formal de los títulos obligó a dictar una sentencia favorable a los demandantes. Ni el demandado, que ya estaba en rebeldía, ni sus abogados se opusieron a la reclamación. Estos últimos dicen que no lo hicieron porque la cuantía reclamada era muy, alta y el coste económico habría sido, por consiguiente, muy elevado.

Dos meses más tarde, la sentencia fue notificada mediante un anuncio en el boletín de la Comunidad de Madrid, pues Roldán continuaba desaparecido. Pero el fallo no se ha ejecutado todavía, ya que el Juzgado de Instrucción número 16, en el que se instruyó el proceso penal contra el ex jefe de la Guardia Civil, había embargado también sus bienes. Al primar la vía penal, la ejecución de esta sentencia ha quedado en suspenso.

Al mismo tiempo que se tramitaba en Madrid esta reclamación, la Compañía General de Mandas presentaba en Francia otra similar con la intención de embargar un chalé en San Bartolomé (Antillas francesas) y un piso en París, propiedades del matrimonio Roldán, valorados en más de 200 millones de pesetas.

La táctica era la misma que la empleada en Madrid. Holgado Valdivia reclamaba otra supuesta deuda millonaria con la intención de traspasar a nombre de su empresa las dos joyas inmobiliarias del prófugo.

Previamente a este embargo y para borrar cualquier huella posible sobre estas dos posesiones, Roldán rizó el rizo y simuló su venta a la sociedad suiza Komeco, propiedad del testaferro Roland Costacurta.

Roldán remitió a Costacurta 9.240.000 francos franceses (221.760.000 pesetas) para que abonara la compra ficticia de sus propiedades en un notario de Annemasse (Francia). Las dos casas se registraron a nombre de dos sociedades: Emeraude Verte (Esmeralda Verde) y Emeraude Bleue (Esmeralda Azul).

El informe pericial desmonta ahora todas las triquiñuelas de Roldán y sus colaboradores para' traspasar su patrimonio inmobiliario a nombre de la compañía argentina. Una empresa que, además, recibió 125.000 dólares (17.750.000 pesetas) del botín del ex director general. Los expertos de la Agencia Tributaria han examinado sus cuentas: las de los años 1992, 1993 y 1994. En ninguna de ellas aparecen las supuestas deudas.

Como ejemplo de este montaje, exponen que un supuesto préstamo de 3.700.000 francos franceses (88.800.000 pesetas) concedido por esta compañía a Blanca Rodríguez Pérez, la esposa de Roldán, para: la compra por ésta del chalé de San Bartolomé, tiene también escasos visos de ser real.

La casa fue adquirida el 8 de noviembre de 1992 por un precio, pagado en efectivo, de 3.898.675 francos franceses (93.568.190 pesetas). Una semana antes, el 2 de noviembre de 1992, hubo un cargo por un importe casi idéntico en una de sus cuentas abiertas en Suiza.