Aznar minimiza el traspiés de Serra sobre 'los 20 papeles' y lo califica de "accidente en el camino"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, minimizó ayer, etiquetándolo como un "accidente en el camino", la contradicción en que incurrió el martes en Bruselas el ministro de Defensa, Eduardo Serra, al afirmar, y luego desentenderse de lo dicho, que los papeles del Cesid publicados por EL PAÍS coinciden con los que figuran en los archivos del servicio de espionaje, clasificados aún como secretos. Aznar atribuyó las "perturbaciones" que registra la vida política a "cosas de antes" y vinculó la "estupenda" marcha de la economía a que el Gobierno del PP ha traído la estabilidad política.

Aznar no sólo aseguró que los casos Banesto, papeles del Cesid y Filesa "son todos cosas de antes", sino que añadió que "algunos tendrían que asumir responsabilidades muy claras ante la sociedad española por todos estos daños y perturbaciones". Ninguna mención positiva al pasado, sin embargo, cuando destacó, con numerosos datos y comentarios, que "la economía española va estupendamente bien". Aunque no se refirió a ninguna decisión que en el pasado reciente haya ayudado en esa buena marcha, calificó la situación económica actual como Ia mejor de los últimos 25 años".Aznar reiteró, en una entrevista en Onda Cero, que el actual Gabinete "no va a aceptar en ningún caso que se produzca una situación de punto final para todos esos asuntos [casos GAL, Banesto y papeles del Cesid que vienen del pasado". Y sentenció: "El Gobierno tiene otra obligación, que es que lo que ha ocurrido no vuelva a ocurrir, y eso está garantizado en este moinento".

El jefe del Ejecutivo quiso dar una mínima importancia a los comentarios del ministro de Defensa, que suponían casi una desclasificación del carácter secreto de los papeles del Cesid, ya que aseguró que lo publicado por EL PAÍS coincide con los documentos devueltos por Juan Alberto Perote a ese servicio de información, tras haberlos sustraído.

Aznar sostuvo, como Álvarez Cascos lo había hecho el día anterior, que no ha visto los papeles del Cesid, si bien fue el consejo de ministros, presidido por él a comienzos de agosto, el que decidió mantenerles clasificados como secretos, y el propio presidente ha defendido reiteradamente en público esa decisión.

El presidente del Gobierno se mostró indignado con la amenazante manifestación llevada a cabo por simpatizantes de ETA cerca del domicilio de Cosme Declaux, secuestrado por esa banda terrorista, y anunció: "Espero que la fiscalía general del Estado actúe con rapidez y celeridad. porque la opinión pública lo espera y el Gobierno lo exige. ( ... ) No estamos ante hechos que puedan ser adjetivados políticamente. Eso es la barbarie, es salvajismo. ( ... ) Yo deseo que se proceda inmediatamente contra los responsables, contra los que han repartido panfletos de ETA... No estoy dispuesto a que esa situación permanezca".

Los problemas de la Audiencia

Sobre los problemas de la Audiencia Nacional, fue menos explícito. Reiteró que el Gobierno confía en la Audiencia para luchar contra el terrorismo y el narcotráfico, mientras que Ias demás cuestiones que incidan en hacer reformas precipitadas" le parecen "una auténtica irresponsabilidad".Aznar se explayó en los datos que indican que Ia economía española va estupendamente bien, por el esfuerzo de todos", y dibujó un panorama del sistema laboral, que considera que está necesitado de profundas reformas para facilitar el acceso de los jóvenes a puestos de trabajo. Sin embargo, no perfiló ninguna medida concreta. "Es claramente mejorable nuestro sistema de empleo", dijo. "Hay un 40% o un 50% [de jóvenes] a los cuales las leyes actuales les impiden tener la oportunidad de trabajar. Eso es inaceptable ( ... ) La pertenencia de España a la moneda única exige que se llegue a unas modificaciones de las reglas laborales importantes en España".

Aznar anunció para el próximo enero "unidades especiales de lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de dinero". En cuanto a la violencia en televisión, hizo un llamamiento a los propietarios y directivos de las cadenas de televisión para que se den cuenta de que "son muchos millones de familias españolas las que están preocupadas con lo que sus hijos están viendo en algunos programas. No es aceptable el uso y abuso de los niños que se hace en anuncios publicitarios".