Cascos señala la posible "coincidencia de intenciones" entre los afectados por los casos GAL y Banesto
El Gobierno quiso ayer dejar claro que los papeles del Cesid y, en suma, el caso GAL le son completamente ajenos, por lo que no le importa admitir que puede haber interesados en que se anulen los sumarios relativos a la guerra sucia y Banesto. El vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, aludió a que "podría haber coincidencia de intenciones" entre los afectados por ambos asuntos, una "intuición", dijo, que ya expresó recientemente el presidente del Gobierno, José María Aznar. En unas declaraciones extremadamente cautas, Cascos eludió citar por su nombre al caso Banesto y no quiso emitir abiertamente "juicios de intenciones" o referirse a los móviles de "quienes han sustraído los documentos o tienen en sus manos las copias".Su principal interés consistió en señalar que "las presiones se ejercen sobre aquéllos que presuntamente son presionables", lo que no ocurre con el actual Gobierno, dado que el contenido de los papeles "se refiere a hechos acaecidos entre 1983 y 1986". "No afecta, por tanto", añadió, a la actual Administración, "ni en el plano de las responsabilidades políticas, ni en el de eventuales responsabilidades penales". Por ello, añadió, la publicación de los documentos no obliga al Gobierno a "ningún tipo de pronunciamiento", ni a cambiar su actitud de no desclasificar.
El número dos de Aznar indicó que está seguro de que "los que pudieran tener en su mente la idea de utilizar esa estrategia [la de presionar al Gobierno] se habrán visto decepcionados".
Cascos, quien precisó que no ha visto nunca los papeles del Cesid, destacó que "este Gobierno no da trabajo a las informaciones de tribunales". "Eso es una página pasada", añadió; "vamos a seguir trabajando sean cuales sean los propósitos de quienes pudieran tratar de distraer a la opinión pública con otros escenarios".
Antes que Cascos ya se había pronunciado el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, que puso el énfasis en el caso GAL. A su juicio, "alguien puede pretender la nulidad del proceso al intentar maniobras como incorporar al mismo documentos del Cesid que no sean auténticos". Para De Grandes, podría ocurrir que alguien quisiera "utilizar mecanismos de ingeniería jurídica para provocar supuestos de nulidad". Dicho eso, arremetió contra los socialistas por "tener la desfachatez de ser los incendiarios y hacer de bomberos".
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