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REINO UNIDO

Las expulsiones de alumnos se triplican en la escuela primaria

Isabel Ferrer

Las expulsiones definitivas de alumnos de primaria se triplicaron entre 1992 y 1993 en las escuelas británicas. Este incremepto, aparte de empañar la reputación de los centros, enmascara el aumento, ocho veces superior, de menores excluidos temporalmente. Los directores pueden mantener al alumno fuera de las aulas más de un mes cada año, sin necesidad de comunicar su decisión a las autoridades locales de las que dependen. Según el principal estudio realizado hasta la fecha en el Reino Unido sobre ambos fenómenos, las actuales tendencias se acentuarán en cuanto sean introducidos los controles de calidad aplicados ahora a la enseñanza secundaria.La responsable del trabajo, Carol Hayden, de la Universidad de Portsmouth, afirma que "los directores saben que mantener dentro a un alumno ingobernable puede provocar la ira de otros padres. Si éstos sacan a sus hijos, la sangría de fondos es muy difícil de contener".

Un millar de expulsados

Los investigadores señalan que en el curso 1992-93, la cifra de niños expulsados permanentemente en todo el país ascendió a 1.215, por 378 en el curso anterior. El 54% fue clasificado de violento por sus profesores. Un l7% acabó en la calle por proferir insultos y un 16%, por desobediencia continuada. Nueve de cada diez eran chicos, algunos de los cuales entorpecían las clases con su compartamiento "ruidoso o destructivo".De un análisis. más detallado en dos barrios londinenses y una diputación provincial, se desprende que hasta 10.000 niños podrían ser devueltos a sus casas varias semanas al año, de mantenerse constante el ritmo de las exclusiones temporales.

Del total de los rechazados, un 80% estaba registrado por los servicios locales de asistencia social. "Echarlos es un acto de desesperación por parte del centro docente, conocedor de sus especiales necesidades. La falta de fondos y de ayuda exterior de los expertos, también agobiados por la misma escasez, hace imposible atenderlos", añade afirma Hayden. Una cuarta de. los expulsados tenía dificultades emocionales, según los psicólogos.

Al estudiar a fondo el contexto familiar, vieron los expertos que el 90% de los padres de un grupo de 38 alumnos difíciles estaba divorciado o separado. Un 60% de éstos vivía además en ambientes donde había abusos y violencia o bien abandono. Para Hayden, muchas escuelas primarias sustituyen de forma gratuita a los propios servicios sociales, "Un papel para el que no disponen de recursos económicos, a pesar de que no se les escapan sus problemas personales", concluye. El trabajo ha sido subvencionado por el Consejo de Investigación Económica y Social, organismo gubernamental que otorga becas en dicho campo.

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