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Un helicóptero civil se estrella en Fuenlabrada y mueren sus tres ocupantes

El helicóptero Bell 206 propiedad de la empresa catalana Heliswiss Ibérica realizó ayer su último vuelo. El piloto y los dos ocupantes, ambos técnicos de la firma gallega Norcontrol, encargada de re visar desde el aire la red eléctrica de Unión Fenosa, murieron al estrellarse el aparato en una huerta de Fuenlabrada (165.000 habitantes). Los fallecidos son el piloto Javier Boix Rivas, de 33 años, casado y vecino de Barcelona, y los operarios Miguel Leal Laros, de 26 años, y Félix Quintero Lago, de 28 años, ambos solteros y de La Coruña. Todos quedaron calcinados tras el vio lento estallido de la nave.El origen de la tragedia permanecía oculto entre los resto carbonizados del fuselaje. Según la primera versión policial, el aparato pudo tocar algún cable de electricidad aéreo, ya que volaba a baja altura y en medio de una intensa niebla. Un posible fallo mecánico, la otra hipótesis manejada ayer por los técnicos, era investigado por la Dirección General de Aviación Civil.

El accidente sobrevino cuando el helicóptero, volaba a unos 100 metros del suelo, según testigos. El aparato había salido de Otero (Segovia) a las 12.30 y se dirigía a Loeches para examinar cables eléctricos por encargo de Unión Fenosa. Durante el trayecto, cuando sobrevolaba el término de Fuenlabrada, el piloto perdió el control. Rafael Escolar, agricultor, fue testigo de la tragedia: "El aparato, que volaba bajo, empezó a hacer cosas extrañas y su sonido cambió".

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Visibilidad escasa

El helicóptero accidentado superó una inspección antes de emprender el vuelo

Los coordinadores de guardia de la Cruz Roja y del 061 del Insalud, Pedro Torres y Belén Catalán, respectivamente, apuntaron que cuando llegó la primera ambulancia al lugar del siniestro, apenas siete minutos después de producirse, la visibilidad era escasa en la zona por culpa de la niebla: unos 150 metros."Quizá iban volando demasiado bajo", señaló Torres. "Toda la mañana hubo una niebla espesa, tanto que los helicópteros de Tráfico y de los Bomberos de la Comunidad no pudieron estar disponibles", añadió Torres.

La empresa Norcontrol está situada en el camino de la Seda de La Coruña. Desde hace 15 años se dedica a inspecciones de lineas eléctricas aéreas. Los dos técnicos fallecidos, -Miguel Leal y Félix Quintero- entraron en la empresa hace cuatro años y se encargaban de realizar termografías (mediciones de temperatura para comprobar deficiencias en los tendidos). "Eran dos personas maravillosas que jamás habían sufrido ningún incidente en vuelo", señaló un compañero de las víctimas.

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