El Plan Especial de Protección del casco de Alcalá recibe 65 alegaciones
El Plan Especial del casco histórico de Alcalá de Henares, que protege el 60% de sus edificios y fija las normas para que lo que se construya en el futuro no desentone, ha recibido 65 alegaciones. Un buen número de ellas se refiere a edificios modernos que desentonan con el entorno monumental, como el mercado municipal o la comisaría, bien sea para abogar por ellos o para pedir que se derriben. IU y el Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI) han pedido que se convierta en zona para peatones.
El plan de Alcalá (163.000 habitantes), elaborado por el Gobierno de Bartolomé González (PP), es ambiguo sobredos de los edificíos de reciente construcción del casco, que han desatado controversia en el pasado, cuando el anterior equipo de Gobierno socialista anunció su intención de derribarlos. Son el mercado municipal, ubicado en pleno centro, y el antiguo colegio Portilla, rodeado de casas bajas de menor altura.La Asociación de Hijos y Amigos de Alcalá, que con 850 socios ha presentado 22 alegaciones, quiere que ambos edificios se mantengan. El PDNI pide que el plan se defina sobre el mercado, fijando si se rehabilita o se tira, y que se derribe el colegio y el bloque de la comisaría de policía situado junto al recinto amurallado; la farmacia militar, ubicada frente a la Facultad de Derecho, y las casas de los maestros de la calle de la Infanta Catalina. En lo referente a la comisaría, el equipo de Gobierno popular tiene planes para trasladarla a otro edificio.
Las asociaciones y la izquierda municipal coinciden en que faltan espacios libres en el casco, El PDNI ha denunciado que el plan sólo prevé la recuperación para el disfrute de los vecinos de 20.000 de las 50.000 hectáreas de zona verde que encierra la muralla de la ciudad, y sugieren que se expropie el terreno en vez de llegar a un acuerdo, con su actual propietario, el obispado.
Otra vieja discusión que atizará el debate en pleno de las alegaciones al plan -cuya redacción inicial se aprobó por unanimidad- será cerrar la zona histórica al tráfico rodado. Tanto IU como el PDNI apuestan por ello, tras crear varios aparcamientos disuasorios a sus afueras.
El enterramiento de los cables de luz y teléfono, la catalogación de las esculturas en memoria de los personajes ilustres de la ciudad o una normativa sobre mobiliario urbano son otras de las cuestiones que echan de menos en el plan.
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