Tocando las estrellas

Este cada vez más numeroso combo zaragozano comienza a tocar las estrellas. El directo del grupo se ha curtido y reforzado, merced a la experiencia ganada, y sus canciones, llenas de ironía, no han sufrido ningún deterioro ni menoscabo en su frescura, a causa de la gran acogida que El Niño Gusano ha tenido, tras su explosiva irrupción, en el mundo discográfico, aunque fuera por la portezuela indie. El tono musical sigue siendo desvahído, apostando por una suerte de dejadez desafinada y encantadora, que, inopinadamente, se vuelve muy agradable.La puesta en escena es bastante sobria y trata, simplemente, de recrear la atmósfera casi naïf que aportan las letras. En este sentido es muy reseñable el camino escogido por el grupo a la hora de trenzar el castellano y extraerle todas las posibilidades melódicas. La riqueza y poesía de las imágenes sugeridas en los textos de estos chicos -"todas las respuestas caben en un guisante ... "- les convierte en uno de los proyectos artísticos con más futuro y mejor desarrollo en nuestro país.