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"El poder absolutista de los jefes nos aplasta"

El diario de la compañera de Karpov critica a la cúpula de ETA por 'juzgarlos, condenarlos' y abandonarlos a su suerte

"Eusebió tiene la boca muy grande y sigue sin gustarme". "Las palabras que nos lanza Eusebio son desconcertantes, abusivas, nos derrumba, nos tira por tierra, nos humilla, nos acusa y nos deja en la más absoluta de las miserias mentales y físicas". "No nos quiere dar ni dinero para coger el tren". "Ése Eusebio es un peligro". Nieves Sánchez del Arco, la etarra detenida el pasado 19 de noviembre en Francia lanza durísimas críticas contra, su jefe, Eusebio Arzalluz Tapia, Paticorto, y contra la dictadura "absolutista" de la cúpula de ETA.El diario que con letra clara y estilo ágil e intimista escribió Nieves Sánchez del Arco en las fechas previas a su captura es un exponente de su estado de ánimo y de su decepción hacia la actual estructura dirigente de la organización terrorista. "Cuando tomásteis en vuestras manos las riendas se empezaron a debatir algunas cosas, no todas, pero ahora se ha parado ese debate", se queja el, 8 de noviembre pasado.

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La etarra, detenida junto con su compañero Juan María Insausti Múgica, Karpov, refleja a las claras la falta de diálogo impuesta desde la dirección: "Algunas veces he visto cómo compañeros que criticaban tal o cual actitud por detrás, a la hora de dar la cara se volvían mudos y ante mi sorpresa: cambiaban sus argumentos porque sí. ¡Miedo!".

Sánchez del Arco, que se reconoce un temperamento impetuoso, no se muerde la lengua y prosigue: "Primero he sentido desprecio, rabia... Luego les he llegado a entender. El que hablaba parecía, que siempre estaba criticando y no es verdad. Sólo pretendes decir cómo ves tú las cosas, dar tu opinión. Aquí se sigue viendo mucho miedo a decir, porque aquí no se da la oportunidad de hablar de igual a igual".

La etarra se siente acosada y abandonada por ETA, pese a que dice haberle dado todo e incluso haber tenido que separarse dolorosamente de sus tres hijos, el menor de apenas tres años. "No hace mucho tiempo y después de haber cuestionado algunas cosas, llegó a mis oídos que daba la impresión de que estaba en contra de la dirección. No es es eso. Estoy en contra de la manera en que se hacen algunas cosas".

Poca comunicación

La activista censura a la cúpula por "no tener tiempo" para oir a los militantes, por tenerlos desinformados y crear "un desfase enorme" entre éstos y los aparatos de dirección. Ante esta dictadura de las jerarquías, propone que "si los responsables no tienen tiempo, si los coordinadores no pueden estar con la militancia, habrá que poner más coordinadores, pero necesitamos más comunicación".En las páginas del diario se trasluce su abierta enemistad hacia "el tal Eusebio" [Eusebio Arzalluz Tapia, probable nuevo jefe del aparato de logística de ETA en sustitución de Julián Atxurra Egurola, Pototo, detenido en Francia el pasado verano]. Por el contrario, Pototo, Ignacio de Gracia Arregui, Iñaki de Rentería; Soledad Iparraguirre Guenetxea, Amboto; Juan Luis Aguirre Lete, Isuntza; y el francés Daniel Derguy gozan de sus simpatías. Todos, excepto Iparraguirre y De Gracia, han sido detenidos en los últimos meses.

Los ataques contra Eusebio Arzallúz son constantes, sobre todo cuando recuerda la tensa entrevista que ella y su compañero mantuvieron con él. "No se puede pisar a alguien sólo porque tienes la etiqueta de responsable. Alguien tiene que haber para controlar o censurar ese poder, poder absolutista que nos machaca, que nos aplasta, que nos deja en la más absoluta indefensión", argumenta. "Eusebio, el responsable, nos ha triturado y tú te quedas ahí, frente a la estación, con el equipaje pesado que ha tirado a tus pies. Lo quieras o no, alguien le ha dado la autoridad suficiente para aplastarte, para humillarte".

Tras discrepar con el lema de que "el buen militante es aquel que calla porque sí" y obedece ciegamente "al jefe", la activista también discrepa con el dicho de que la esta organización uno entra y sale cuando quiere". "No es verdad", proclama, antes de asegurar que "algunos lo han hecho obligados por las circunstancias, por personas, por..." Y prosigue: "Yo no quiero irme de esta organización, quiero seguir en ella porque es mi decisión y mi deseo". En algún momento, siente tantas dudas hacia Arzalluz que llega a escribir: "¿Y si Eusebio no fuera de la organización y por eso se comportó así. (Otra majadería. Me la voy a permitir debido a mi estado de ánimo").

La etarra desgrana un rosario de agravios contra sus superiores, a los que acusa de cercenar los proyectos que ella y su compañero les habían expuesto. "Ni siquiera nos habéis dado la oportunidad de hablaros porque ya habéis juzgado que no somos válidos, y eso no es lo que más duele. Al menos, queremos ser informados antes de que se nos anule sin ninguna explicación".

Según relata Nieves, sus superiores les ordenaron mantenerse ocultos porque habían causado muchos problemas. "Si tantos y tan graves eran los problemas causados ¿cómo teníamos trabajo en perspectiva hasta noviembre? ¿Por qué con nuestro responsable anterior no ocurrió esto? ¿Es que os han dicho que algo lo hemos hecho al revés o de mala fe? ¿Qué es lo que hemos hecho tan mal?"

El 13 de noviembre la activista se entera en su escondite de Francia del secuestro del abogado Cosme Delclaux. "Hoy he oído en la radio el posible secuestro... Es la prueba más evidente de que somos, de que estamos,, y el corazón se me alegra sinceramente. ¡Adelante, compañeros'de lucha, adelante!" Luego es más gráfica: "Se me remueven las tripas de gusto de estar con el pensamiento junto a vosotros".

Acusaciones de robo

Pero la alegría que le produce el nuevo golpe perpetrado por la banda le dura poco. Al día siguiente vuelve a detenerse en la situación de su compañero Karpov y nuevamente Eusebío Amalluz aparece como blanco de su ira. "Puedo aseguraros que (Karpov) no tiene ningún problema de desequilibrio mental anterior al que vivimos hoy. Puedo aseguraros que todo ello, desde que retomamos contacto el día 5 con Eusebio nos dejó desequilibrados". "Nos sumergió en el caos mental y ese individuo (Arzalluz) es un peligro si actúa así por ahí". "A mí me dejó también hecha polvo. Lo de que no he trabajado porque no he querido, lo de que somos ladrones...".El diario deja entrever que Nieves y Karpov fueron juzgados el 25 de septiembre por la cúpula de ETA, que, al parecer, les acusaba de haberse quedado con dinero de la organización y de indisciplina. Dice sentirse impotente y haberse enterado del "juicio" a la vez que del "veredicto".

La activista relata en su diario sus penurias económicas. Arzalluz les dio 500 francos (unas 10.000 pesetas) para 20 días. "¿Si pegamos un palo [atraco] por ahí y nos autoabastecemos, ¿sería bien visto? Ya no sé nada?", escribe. La situación se le hace tan insostenible que llega a pensar que sería mejor estar en la cárcel, al igual que Derguy y Pototo. "Allí por lo menos sabría dónde estoy".

Nieves escribe ese día pidiendo una reflexión "de toda la militancia" sobre la "falta de sensibilidad" que hay en la banda. "Esa sería una primera cosa, y la segunda, reflexionar sobre si aquéllo que criticábamos antaño no será el pan nuestro de cada día ahora". El diario acaba el 19 de noviembre, el mismo día en que ella y Karpov fueron detenidos en Burdeos.

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