"Maldita sea la hora en que te hemos conocido"
La activista culpa a Eusebio Arzalluz de la depresión que llevó a su compañero, Juan María Insausti Múgica, Karpov, a intentar suicidarse. Tras trasladarse a un nuevo escondrijo, "en casa de una francesa", Nieves nota que Karpov pierde el control de la situación. "Estamos muy mal, moralmente deshechos. Yo tengo la impresión de que el compañero que está conmigo lo soporta aún peor. Está verdaderamente desesperado", escribe el 11 de noviembre, un lunes lluvioso en el que Nieves recuerda a su aita (padre), que murió hace cinco años.Los malos presagios se cumplen, al día siguiente: Karpov intenta acabar con su vida. "Ha sido una tarde y una noche largas. Hospital, lavado de estómago... Afortunadamente la neska (chica) de la casa es enfermera". "Se ha tomado un bote de pastillas para dormir... Buscando un sueño más profundo. "¿Por qué llegamos a esta desesperación?"
Enseguida halla al culpable: "Se nos caía el mundo encima ante las palabras de Eusebio. Nos has arrastrado a la más absoluta de las miserias ¡Maldita sea la hora en que te hemos conocido!".
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