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Paco lgnacio Taibo II convierte al Che en un personaje de carne y hueso

"Me interesó más la información que el mito", dice el escritor

Amelia Castilla

Fue una frase de Ernesto Cardenal -"A veces, ni el Che puede ser como el Che"- la que le dio la clave. Paco Ignacio Taibo II (Gijón, 1949) llevaba seis años recopilando documentación hasta que se atrevió a escribir Ernesto Guevara, también conocido como el Che (Planeta). "No tengo nada en contra de los mitos, una sociedad sana los necesita, pero me interesaba un mito cargado de información" aseguró ayer el escritor mexicano, quien dijo haber acabado el libro más guevarista si cabe que cuando lo inició.

Treinta años después de su muerte, el Che seguía mirándonos desde millones de fotos, carteles, camisetas y frases hechas, pero se "había convertido en un símbolo hueco". De ahí el interés del autor de Algunas nubes por rescatar el personaje. El abuelo rojo de la utopía se ha convertido, a juicio del escritor mexicano, en lo que queda después de los naufragios socialistas. No le importa, en absoluto, haber desacralizado la figura del revolucionario: "Que se jodan los que querían un santo", dijo Taibo recién llegado de Mexico.Ernesto Gúevara, también conocido como el Che, una biografía de 827 páginas, está plagado de cursivas: "Pretendí que lo narraran dos personas, yo y el propio Che, que entraran de improviso en el texto sin que apenas se advierta de quién se trata. En ocasiones, uno y otro tenemos opiniones distintas, pero eso no me asustaba; lo único que me ha preocupado mientras trabajaba era no hacerle justicia, no poder contarlo bien".

Para este autor, que compagina la novela negra con la narrativa histórica, lo más difícil fue entrar en el personaje. Ernesto Guevara era un tipo difícil, de ésos que mantienen las distancias y las cultivan. "Era un cautivador, pero a media distancia, con un nivel de autoexigencia terrible que lo extendía a todo a su alrededor, y eso a mí, como escritor, acabó contagiándome".

Para escribir la biografía del Che, Taibó consultó 1.700 fuentes distintas; supervisó 2.000 fotografias y visionó 20 horas de película. En el libro se cuentan numerosos hallazgos sobre la mítica figura del guerrillero, pero eso no es lo que importa al autor. Para él, lo realmente novedoso es haber hecho del Che un personaje coherente, donde sobresalen sus ideas y su vitalidad. "Tenía prisa por vivir. Siempre estuvo probándose a sí mismo, llevándose al límite, pero no porque buscara la muerte, sino porque quería ver hasta dónde podía llegar".

Para el director y auténtico impulsor de la Semana Negra de Gijón, la historia y la novela policiaca son absolutamente compatibles. "La literatura es un universo sin límites y la biografía es una manera de literatura de la realidad. De lo que se trata es de contar historias", aclara el autor, quien considera la novela negra como "la única manera de contar cómo se pudren las sociedades urbanas".

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