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Una mujer de Bilbao se ofrece a través de Internet como madre de alquiler por cinco millones de pesetas

Una mujer de 30 años ha incluido un anuncio en la red de Internet para ofrecerse como madre de alquiler a cambio de cinco millones de pesetas. La mujer, que remite a un apartado de correos de Bilbao para entrar en contacto, asegura en la carta que remite a las personas que quieren ampliar información sobre sus servicios que trabaja "a título individual" como una "forma de obtener ingresos" y para dar la posibilidad de tener descendencia a los que por una u otra razón son incapaces de procrear. En la primera oferta se pide medio millón en el momento de la concepción, un millón en el momento del nacimiento y medio millón al mes durante la gestación, aunque admite contraofertas. La legislación española prohibe desde 1988 los embarazos de alquiler aunque no estén remunerados. "Como ha intuido por el anuncio, me ofrezco como madre de alquiler. Lo hago a título individual, es decir, sin intermediarios. Se me ocurrió esta idea como una forma de obtener ingresos, que al tiempo diera a otras personas la posibilidad, para ellos tan remota, de tener descendencia". Con este encabezamiento comienza la fotocopia de la carta manuscrita de dos folios que la mujer remite como primera respuesta a la petición de información que el cliente ha realizado en el apartado de correos 267 de Bilbao 48080.

El primer contacto que tienen los usuarios que navegan por Internet con esta mujer es un anuncio que bajo el título genérico de Reproducción Humana (inseminación y adopción) presenta una fotografía casi bucólica de una pareja heterosexual tumbada en la cama con un recién nacido entre ambos. La página de Internet (http://www.galicia.simplenet.com/madres.html) indica que con "los servicios de alta calidad humana" que se ofrecen, las personas pueden resolver "el problema para concebir su propio hijo" en "un periodo de tiempo inferior al de otra posibilidad como la adopción".

Puestos en contacto con el apartado de correos y en un plazo inferior a dos semanas, la mujer envía una carta manuscrita fotocopiada de dos páginas en la que, sin ningún tipo de rodeos, se explica que el anuncio de Internet consiste en una oferta de madre de alquiler. "Yo soy madre, tengo treinta años y mi estado de salud es bueno. Desde luego pasaría todos los controles médicos que fuesen necesarios. Para su tranquilidad la revisión sería llevada a cabo por un médico designado por ustedes" se señala en la carta.

El precio por los servicios de esta madre de alquiler está sujeto a una posible negociación y si es necesario la mujer se remite a comunicaciones posteriores para ampliar más detalles de los pasos a seguir a partir de ahora. "Espero que lo consideren razonable, si no es así y lo desean, háganme llegar su oferta y todas las dudas que les puedan surgir. Quedo a la espera de sus noticias", finaliza el texto manuscrito fotocopiado.

Prohibido por la ley

La legislación española prohibe este tipo de transacciones. Los embarazos de alquiler, gratuitos o remunerados, están condenados por la Ley de Técnicas de Reproducción Asistida, de noviembre de 1988. Dicha norma evidencia que la transacción entre la madre biológica y la persona que adopta el bebé debe de estar controlada por la autoridad. Los tribunales españoles sólo han instruido una causa por un asunto de madres de alquiler, en concreto en Valencia, por "suposición de parto" al matrimonio -que niega haber pagado a la madre biológica- a una intermediaria y a un médico. El sumario llegó a juicio en la Audiencia Provincial de Valencia en enero de 1994 aunque la vista quedó suspendida.

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