Fomento planea la reforma de los diez puntos que atascan los accesos
Los principales cuellos de botella de los accesos a Madrid pasarán el año que viene por el quirófano. Son once puntos negros los que alborotan la paciencia de los conductores y provocan atascos a la entrada y a la salida de la ciudad. Siempre los mismos, según explica el jefe de Área de Gestión de Tráfico, Fedérico González: "Los atascos suelen producirse en incorporaciones y enlaces demasiado estrechos y difíciles que no soportan una gran afluencia de coches". La reforma de 10 de los 11 puntos, que se empezará a acometer en los próximos doce meses, costará 7.300 millones de pesetas. En la lista de puntos conflictivos de Tráfico, no se salva ninguna radial. En la carretera de Burgos (N-I), el atasco fijo se sitúa en el enlace de San Sebastián de los Reyes, en sentido salida; y en dirección entrada, el Cruce con Algete. En la carretera de Barcelona (N-II) se encuentra, en sentido entrada, a la altura de la incorporación Torrejón-Ajalvir. En la autovía de Valencia (N-III) hay dos cruces polémicos: en sentido salida, la incorporación de la M-40, y de entrada a la ciudad, el enlace de Santa Eugenia y Arganda.
La carretera de Andalucía (N-IV), según la Dirección General de Tráfico, suele atascarse en dirección salida a la altura del acceso a Aranjuez. La carretera de Extremadura (N-V) cuenta con tres enlaces conflictivos: el cruce con la M-40 en ambos sentidos, el acceso en las dos direcciones a la M-501 (Villaviciosa de Odón-Brunete) y el tramo en dirección entrada entre Navalcarnero y Alcorcón. La carretera de La Coruña (N-VI): a la altura del túnel de Guadarrama en ambos sentidos, y en el kilómetro 39,600, frente a Villalba (incorporación a la autopista A-6).
Todos los puntos conflictivos comenzarán a arreglarse, según lo previsto, en los próximos doce meses. Todos, menos. uno: la variante de Aranjuez, que, según explica el jefe de demarcación de carreteras de Madrid, Roberto Alberola, no requiere intervención alguna, ya que las retenciones sólo se producen en los días excepcionales (puentes, vacaciones). "En este punto se forma el atasco por un estrangulamiento del tráfico, al pasar la calzada de tres carriles a dos, pero esto sólo ocurre en días punta", señala Roberto Alberola.
Las obras que el Ministeriode Fomento pretende emprender son:
Cuello de botella de la N-I a la altura de Algete. Una de las primeras obras que arrancarán, una vez se apruebe el proyecto, redactado y en periodo de supervisión, será la nueva conexión directa de la carretera de Algete (M-100) con la autovía de Burgos. El actual enlace, según explica el jefe de la demarcación de carreteras de Madrid, Roberto Alberola, es demasiado pequeño para absorber la cantidad de vehículos que circulan en hora punta, lo que crea un cuello de botella. Para intentar solucionar el problema, Fomento tiene prevista la construcción de dos nuevos enlaces en ambos sentidos. Las nuevas incorporaciones a la carretera de Burgos estarán alejadas 500 metros de las actuales. En dirección a Madrid se hará además un paso superior, con un carril propio. El presupuesto previsto para la ejecución de esta obra es de 1.960 millones de pesetas (1 y 2 en el gráfico de la página siguiente).
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La N-III alarga el tercer carril a Santa Eugenia
VIENE DE LA PÁGINA 1Ensanche de la N-II para aliviar el tapón de Torrejón. En la carretera de Barcelona, Fomento tiene previsto comenzar en febrero las obras del tercer carril. El ensanche en ambos sentidos tendrá una longitud de siete kilómetros y medio: comenzará en el kilómetro 23,800, justo en el cruce con la incorporación desde Alcalá por la M-300, y terminará en el 17,200, en la confluencia con la carretera que viene de Los Berrocales (M-115). También está previsto alzar los puentes de la base de Torrejón y el de Torrejón a Ajalvir en unos 60 centímetros. El final de la obra, presupuestada en 1.450 millones de pesetas, será en octubre de 1997 (3 en el gráfico).
Nueva conexión entre la M-40 y la N-III. El punto negro en dirección salida de la carretera de Valencia es la incorporación desde la M-40. En este momento se está ampliando la vía de servicio a la altura del enlace. El principal problema, según Alberola, es que al comienzo de la actual vía de servicio es donde finalizan los tres carriles de la N-III. Lo que se pretende es independizar, con la ayuda de un paso inferior, los enlaces con la M-40. "Antes venías de la zona norte de la circunvalación y había que hacer un bucle para ir en dirección a Valencia. Lo que ocurría es que la circulación de la carretera hacía muy difícil esta incorporación", asegura el responsable de Fomento. A través de este paso especial, actualmente en construcción, el tráfico procedente de la M-40 y que conecte con el tronco de N-III no tendrá que mezclarse con el que ya circule, porque irá por la vía de servicio (4 en el gráfico).
Además hay otro proyecto en marcha, aprobado el mes pasado, con el que se pretende mejorar el polémico enlace en sentido de entrada entre Santa Eugenia y Arganda. Se trata de ensanchar las calzadas de servicio desde Rivas Vaciamadrid hasta Santa Eugenia y prolongar el tercer carril en unos tres kilómetros hasta el final de la autovía. Las obras comenzarán a finales de 1997. El presupuesto es de 2.230 millones de pesetas (5 en el gráfico).
Reforma del nudo de la M-40 en la carretera de Extremadura. Para arreglar el punto negro de la M-40 a su paso por la carretera de Extremadura, a principios del próximo año darán comienzo las obras de reforma de este cruce, que en horas punta se convierte en un rosario de coches atascados que intentan cruzar de lado a lado de la calzada. Este proyecto incluye la ampliación de la calzada de la N-V en un carril en el cruce con la M-40. Además de este ensanchamiento, los conductores dispondrán de mayor espacio, debido a que el tráfico que se dirige hacia San José de Valderas y San Martín de Valdeiglesias se desviará mediante una nueva calzada individual de dos carriles.
Esta nueva vía, situada a la derecha de la carretera de Extremadura en sentido salida, empezará unos 600 metros antes del punto donde ahora se encuentra la desviación hacia las anteriores localidades. Lo que se pretende, relata Roberto Alberola, es separar el tráfico de las calzadas centrales. Por tanto, los conductores que vayan a San José de Valderas accederán por el carril de la izquierda al puente que cruza la carretera de Extremadura, mientras que los que se dirigen a San Martín de Valdeiglesias continuarán camino hacia un nuevo cruce de conexión con la carretera de este municipio. El proyecto elimina la entrada a San Martín y Villaviciosa, con el fin de evitar el cruce de los coches que desde la-M-40 se lanzan a la derecha para utilizar esta incorporación. Los vehículos deberán continuar un kilómetro más por los carriles centrales, para tomar un nuevo carril que se construirá para ir hacia estos pueblos. La reforma incluye la construcción de una nueva glorieta -entre la carretera vieja de Extremadura y la nueva- con el fin de distribuir el tráfico de entrada a Alcorcón. Esta obra, con una inversión de 1.438 millones, está prevista para la próxima primavera y acabará en el verano de 1998 (7 y 8 en el gráfico).
Desvío provisional entre la N-VI y la autopista de peaje. Existe un proyecto de construcción de un enlace provisional entre la carretera de La Coruña (N-VI) con la autopista de peaje (A-6). Esto servirá para evitar que los camiones atraviesen el casco urbano de Guadarrama. El enlace consiste en un tramo de unos 300 metros que unirá ambas calzadas a su paso por el alto de los Leones. Se trata de una medida provisional, presupuestada en 110 millones, que comenzará a principios de 1997. La definitiva ya está aprobada, pero tardará, según Fomento, unos cuatro años en construirse. Consiste en una variante, desde el kilómetro 42,5 de la N-VI, que correrá en paralelo a la A-6 hasta su incorporación con la carretera de La Coruña en el kilómetro 53. Con esta mejora se pretende reducir el volumen de tráfico de la N-VI a su paso por Villalba, en el kilómetro 40 y 41. El coste estimado de esta obra es de 2.230 millones.
Asimismo, se harán unas glorietas en Collado-Villalba para evitar accidentes en las intersecciones de los kilómetros 40,8, 40,4 y 39,7 de la N-VI. (11 en el gráfico).
Otro de los proyectos aprobados, con un presupuesto de 119 millones de pesetas, es la mejora del acceso de la carretera de La Coruña a Alpedrete y conexiones laterales entre los kilómetros 40 al 46 (accesos a Alpedrete). Las obras de ampliación de los enlaces comenzarán a mediados de 1997 (10 en el gráfico).
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