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El concejal de San Blas persigue a quienes pegan en la calle pequeños carteles

Antonio Jiménez Barca

Si alguien quiere alquilar un piso y redacta el típico anuncio de cuartilla con tiritas recortables y lo quiere pegar en las marquesinas de los autobuses, mejor que no lo coloque en el barrio de San Blas.

El concejal de este distrito, lsaac Ramos, del PP, está dispuesto a que en su barrio nadie alquile un piso de este modo, o anuncie portes baratos, o se procure clases particulares o cuide niños.

Desde hace meses, los encargados de la limpieza tienen órdenes de arrancar cuanto anuncio de esta clase encuentren en las paredes, en las señales de tráfico o en las paradas de los autobuses. Han de arrancar los anuncios, pero no tirarlos todos. Al menos una de las copias ha de llegar a los funcionarios de la Junta.

"Allí, mi secretaria, y otros funcionarios, en sus ratos libres, se encargan de enviarles un apercibimiento [notificación de que algo está prohibido, conminando a que no se vuelva a hacer bajo amenaza de multa]; no hay que olvidar que poner este tipo de anuncios no está permitido, y si no está permitido, pues se tienen que quitar. Además, hace muy feo y ensucia el barrio", dice el concejal.Muchos de estos anuncios carecen de dirección. Sólo aportan el teléfono. Y, para poder mandar el apercibimiento, es necesario saber dónde vive el infractor.

Al concejal, esto no le arredra lo más mínimo, y ha puesto a su secretaria a averiguar los datos necesarios. "Ella, con la tirita que le dan los de la limpieza, marca el teléfono del que, por ejemplo, alquila el piso y, haciéndose pasar por alguien interesado en el asunto, dice que quiere ir a verlo para saber cómo está; los otros le informan de la dirección y ya están pillados", explica con orgullo Ramos.

Desenmascarar

Por el sistema de las llamadas de la secretaria, el concejal ha conseguido desenmascarar a más de cinco anunciadores en el último mes. Los barrenderos llevan a la junta anuncios a razón de uno al día.¿Y es efectivo el sistema? El concejal opina que sí: "Desde que empezamos, ninguno de los anunciadores a los que hemos enviado el apercibimiento ha repetido", explica. "Claro, eso no quita que se vayan a otro distrito a pegarlos", añade. "Los demás concejales deberían hacer lo mismo", concluye el edil de San Blas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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