_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Espejos

Juan José Millás

Han descubierto al mismo tiempo a cara oculta de la Luna y la de la ONU, y las dos son horribles. En la primera hay un lago helado, un espejo en el que, si te asomas, ves las moléculas de ácidos, azúcares y alcoholes de las que procedemos. Esos compuestos químicos son como la foto del abuelo que había al fondo del pasillo y cuya mirada te censuraba al entrar en el cuarto de baño por tus fantasías, y también al salir, por tus arrepentimientos. El espacio se está configurando como una casa antigua llena de cornucopias y armarios de tres cuerpos. La Luna, finalmente, no es más que un viejo aparador con lámina de azogue en donde podemos comprobar que antes de abandonar la charca convertidos en DNA no éramos sino un conjunto de átomos de carbono con cierta habilidad para transformarnos en moléculas de alcohol.Puro bricola e moral que ha alcanzado límites de perfección en la cara oculta de la ONU, otro espejo helado en el que estos días podemos contemplarnos violando minuciosamente a quienes salvábamos. En Mozambique, sin más herramientas de paz que los genitales, en cuyos mástiles ondeaban las sagradas banderas, conseguimos crear un verdadero ejército de prostitutas de apenas 12 años de edad. A muchos niños tuvimos que dilatarles el recto sin otro útil que el fusil ametrallador, pues no había manera de que nuestros soldados los penetraran sin dañarse. Normal, por tanto, que violáramos a las niñas con las piernas previamente arrancadas, incapaces de resistirse a nuestra ayuda humanitaria.

En el charco de la cara oculta de la Luna, en fin, podemos ver cómo éramos, y en el espejo del lado oscuro de la ONU, cómo hemos llegado a ser. Ahora hay que procurar que aquél no se descongele: saldrían en seguida del agua cascos azules dispuestos a salvarnos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_