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Un labrador de Huesca, detenido por la muerte a navajazos de un joven en Centro

Jan Martínez Ahrens

A Rafael Ballarín Bergua, El Huertas, labrador oscense de 18 años, no le gustó nada que aquella pandilla de Madrid se burlase de su pelo roquero y engominado, de su aspecto "rural" y hasta de su amiga. Tampoco le sentaron bien los golpes que ambos, que habían acudido a pasar el fin de semana a Madrid, recibieron en la pelea. Y así, caliente la sangre, Rafael sacó su navaja automática y se convirtió en un criminal. Según la policía, mató de una cuchillada en el corazón a Alberto Guindo, de 21 años, y asestó dos puñaladas a Roberto Iglesias, de 20. Luego, junto con su amiga, huyó. Fue en la madrugada del domingo en la calle del Barquillo (Centro).

Tres días después, este miércoles, Rafael era detenido en un piso de Huesca. Al ser apresado no ofreció resistencia. Su captura estaba sentenciada desde una hora después del crimen, en el mismo momento en que su compañera -Valle F. C., de 18 años- llamó desde una cabina a su madre en Córdoba para contarle lo ocurrido.

La madre, asustada, marcó entonces el teléfono de la policía (09 1) e inició un episodio que terminó al día siguiente, cuando su hija descendió por las escalerillas del AVE en Atocha y se entregó a la policía (véase EL PAÍS de ayer).

PASA A LA PÁGINA 5

En manos del juez

La madre de la compañera del homicida llamó a la policía una hora después del crimen

La captura del supuesto homicida y su identificación completa han echado por tierra la hipótesis policial de que el autor fuese un punki o que perteneciese a alguna tribu urbana violenta. Esta atribución surgió de las primeras declaraciones de los testigos de la reyerta, casi todos amigos de la víctima.La policía también se mostró escéptica respecto a la supuesta maestría del homicida en el manejo de la navaja. "Las puñaladas son certeras cuando aciertan", zanjó el jefe superior de policía.

La familia de Alberto Guindo no quiso efectuar ayer ninguna declaración sobre la detención. Sólo señaló que se estaban difundiendo versiones de la reyerta que no correspondían a la realidad.

Este periódico trató de localizar ayer, sin éxito, a los parientes de los detenidos. La policía aventuró que la chica quedará en libertad. "Su colaboración servirá", señaló un investigador.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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