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CiU y Par abandonan al PP en la reforma de los estatutos de Aragón y Canarias

Luis R. Aizpeolea

La reforma de los estatutos de autonomía de Aragón y Canarias, que consagra a ambas comunidades como "nacionalidades", ha distanciado al Gobierno del PP de sus aliados a escala nacional, Convergencia i Unió (CiU), y regional, Partido Aragonés (Par). Ambas formaciones se abstuvieron ayer en la votación que consagró la reforma de los estatutos. Sólo el PP, el PSOE y el PNV dieron el visto bueno a una reforma de profundo calado que pretendía servir de referencia para una oleada anunciada en otras regiones.

La introducción del término "nacionalidad" en los estatutos reformados de Aragón y Canarias ha originado la ruptura del consenso autonómico con la salida de CiU y del Par. El portavoz del partido de Jordi Pujol en el Senado, Joaquim Ferrer, argumentó durante el debate que "el concepto de nacionalidad, recogido en el artículo primero de la Constitución, refleja una realidad concreta. Tiene una virtualidad".Ferrer no fue más explícito, pero se refería a que el término nacionalidad englobaba al País Vasco, Cataluña y Galicia, las comunidades donde ha existido una demanda política de autonomía, donde existen lenguas específicas y se expresan a través de partidos nacionalistas fuertes. Su abstención fue una protesta por la generalización de un término, el de nacionalidad, que cree debe limitarse a esas tres comunidades, porque difumina la especificidad de Cataluña.

El PNV, el segundo partido nacionalista de la Cámara, apoyó, sin embargo, la reforma de los estatutos de autonomía sin reservas. Su portavoz, Joseba Zubia, no ofreció ninguna explicación pública. Pero los nacionalistas vascos, al contrario que los catalanes, tienen garantizada su especificidad a través de la disposición adicional primera de la Constitución, que reconoce los derechos históricos del País Vasco, y de algunas atribuciones propias como el Concierto Económico.

Pretensiones caídas

El Partido Aragonés (Par), socio del PP en el Gobierno de Aragón, tampoco está satisfecho con la reforma de su Estatuto, aunque por razones opuestas a CiU. El reconocimiento del término "nacionalidad" es insuficiente para el partido regionalista. De su proyecto de reforma inicial han caído sus pretensiones de contar con un Concierto económico y competencias policiales plenas, como el Estatuto de autonomía vasco, así como la titularidad en materia de prisiones. Con todo, el Par suavizó su posición inicial de rechazo a la reforma por una abstención.José Nieto Cicuéndez, de Izquierda Unida (IU), planteó un veto a la reforma del Estatuto aragonés por considerar que el texto "ha sufrido a lo largo del trámite parlamentario una desvirtuación" que no se corresponde con lo que en su día se votó en las Cortes aragonesas. Nieto aprovechó su intervención para solicitar, ante la falta de unanimidad, un debate sobre el modelo de Estado que, según adelantó, debe ser federal.

Los socialistas tampoco están satisfechos con la reforma del Estatuto de Aragón, aunque la votaron favorablemente. El senador socialista Luis Carlos Piquer se opuso a la aplicación del término "nacionalidad" para Aragón. Piquer manifestó que "confundir autonomía con la expresión nacionalidad es un desatino".

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Los estatutos de autonomía reformados recogen, además del reconocimiento de nacionalidad, la capacidad del presidente autonómico para disolver el Parlamento; la eliminación de restricciones en el funcionamiento parlamentario y en la composición de los gobiernos autonómicos, así como un importante paquete de traspasos.

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