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Entrevista:

"La dieta es el sedante sociopolítico más poderoso aplicado a las mujeres"

Habla de la mujer, de la familia, de la droga o del sida con la naturalidad del hombre que sabe recorrer las calles del pensamiento actual. Latidos de fin de siglo es el libro que acaba de publicar en Espasa el psiquiatra sevillano, ciudadano de Nueva York, Luis Rojas Marcos. "Un libro que tiene para mí un valor emocional porque recoge los artículos que representan mi regreso sentimental a España", afirma a su paso por Madrid. Hoy, con 53 años, aprovecha la mínima ocasión para traer la maleta de su reencuentro cargada de conferencias y experiencias, fruto de un largo historial como profesor en la Universidad de Nueva York.

Pregunta. ¿Quiénes son esas mujeres a las que define como 'hambrientas de perfección'?".

Respuesta. La sociedad actual estimula ciertas imágenes ideales que casi por definición son inalcanzables. En este caso, se fomenta de forma obsesiva la imagen de mujer físicamente delgada, atractiva, juvenil. Ellas tratan de conseguir dos cosas: Una, esa imagen idealizada no tanto femenina como erótica. Otra, la idea de que han podido controlar algo tan básico como el hambre.

P. ¿Un autocontrol que se convierte en castigo?

R. La dieta es el sedante sociopolítico más poderoso que han tenido las mujeres en la Historia. Desgraciadamente es un poco como una huída de cerebros. Ahí tienes miles y miles de chicas inteligentes que están obsesionadas por un tema que las aparta de poder contribuir a la sociedad de una forma constructiva. En el fondo, es una forma de esclavitud.

Las 'buenas madres'

P. ¿Qué es una buena madre?R. Lo que hay son madres razonablemente buenas. La idea de la buena madre es otro ideal fomentado por la cultura y que es inalcanzable. Esa madre que trabaja, llega a casa y está siempre de buen humor, cuida del marido y de los hijos, sirve de cocinera... existe. Ser buena madre ya no es una cuestión de instinto. No creo en el instinto maternal, un hombre puede ser una buena madre también.

P. La sociedad occidental ha conseguido un grado de bienestar, pero hay corrientes que afirman que hay más suicidios o que se maltrata más a los niños...

R. No. No estoy de acuerdo. Hoy en día se trata mejor a los niños que nunca. No hace ni cien años, de cada cinco niños que nacían uno era abandonado por sus padres y a los niños de ocho y nueve años se les ponía a trabajar. No existía la adolescencia. La adolescencia es un fenómeno nuevo, en parte por eso no entendemos a los adolescentes. En cuanto a los índices de suicidio, se mantienen muy estables en cada cultura.

P. ¿Cómo explicar que todavía los niños sean manipulados en algunos divorcios?

R. Aquí topamos con la naturaleza humana, con la transformación del amor en odio, con la manipulación de los niños para herir al compañero. Es un juego cruel. Pero el divorcio no es el veneno del matrimonio, es la medicina a un matrimonio irremediablemente enfermo.

P. ¿Cuál sería la familia feliz?

R. Me gusta más hablar de hogar. La familia está evolucionando. Ahora estamos viendo cada día más la familia nuclear (con uno o dos hijos), parejas que viven juntas sin casarse, divorciados que traen a su nuevo hogar hijos de sus relaciones previas, emparejamientos de homosexuales...

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