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Muere el cantante folk Tiny Tim, considerado el último romántico

Diego A. Manrique

El cantante norteamericano Tiny Tim falleció el sábado en un hospital de Minneapolis (EE UU). Tiny Tim tenía 66 años, y había sufrido un ataque cardiaco el 28 de septiembre pasado, mientras actuaba en Massachusets. Su historia artística se remonta a los primeros años sesenta, cuando Tiny Tim alucinaba a los habituales del Greenwich Village, reserva bohemia de Nueva York: alto y esquelético, con larguísima melena rizada y nariz picuda. Los que le veían en los folk clubs le encontraban tocando un ukelele, resucitando el repertorio más sentimental de la música popular anterior al rock and roll. Podía cantar como barítono o como soprano y eso le permitía duplicar los duetos popularizados por parejas como Jeanette MacDonald y Nelson Eddy.En 1967 fue contratado por The Scene, el club neoyorquino donde reposaba la aristocracia del rock. Todas las noches, durante un año, fascinó a los mayores freaks de la industria de la música: modales exquisitos, tanto dentro como fuera del escenario, y unas canciones que se habían dejado de interpretar antes de que nacieran sus espectadores. Pete Townsend, el hombre de The Who, quiso llevarle a Londres, pero antes le llegó una oferta de Reprise y pronto estaba sonando en todas las emisoras con Tip toe thru' the tulips with me, un tema de 1926 que fue número 1 en 1968. Sus quince minutos de fama fueron vividos a lo grande: temporadas como atracción estelar en los casinos de Las Vegas, boda ante las cámaras de televisión, divorcio con ribetes de escándalo. Luego, la oscuridad. Hasta los noventa: para la generación del reciclaje cultural un personaje cuyo arte se fundía con su existencia resultaba irresistible; se fundaron fan clubs, se le dedicaron fanzines, volvió a actuar y grabé otra vez.

Uno de sus últimos discos fue Girl, con el grupo tejano Brave Combo. Su elaboración duró cinco años, debido al temperamento enamoradizo del cantante: rechazado por una amiga del productor, argumentó que no podía trabajar con alguien que le recordaba tal fracaso amoroso. Finalmente, el disco se editó en 1996, pocos meses después de que se volviera a casar con una admiradora. De nuevo, Tiny Tim iluminaba las ondas, ahora con su versión en jazz de Stairway to heaven (Led Zeppelin) o su Hey Jude (The Beatles) en cha-cha-cha. Ya no podía recurrir a su famoso falsete, pero todavía sabía llevarse cualquier partitura a su particular isla de los enamorados.

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