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Beteta justifica el alto endeudamiento de la Comunidad en el recorte de Aznar

José Manuel Romero

La tijera de José María Aznar, que ha reducido en 39.000 millones las inversiones estatales para Madrid en 1997, ha obligado al gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón a coser con multimillonarias deudas sus presupuestos. Así lo explicó ayer el consejero de Hacienda, Antonio Beteta, en el pleno de la Asamblea. Para mantener el ritmo inversor, el ejecutivo regional no ha tenido más remedio que pedir prestados 133.580 millones, según Beteta. La oposición, IU y PSOE, denunció que el Gobierno central ningunea a Ruiz-Gallardón, mientras éste permanece impasible. El PP derrotó la enmienda a la totalidad de la izquierda.

Atacó primero Juan Antonio Candil, portavoz de IU: "¿Dónde ha quedado el afán reivindicativo de Ruiz-Gallardón? Ustedes no van con pancartas a La Moncloa pidiendo más dinero para la Comunidad. 0 si van, lo hacen de noche y nadie les ve. No tienen ninguna capacidad de presión porque no le hacen ninguna falta al señor Aznar". El socialista Jaime Lissavetzky puso la puntilla: "Ante el mal trato del Gobierno de la nación a Madrid, ustedes tienen que cocerse en su propia salsa y endeudarse de manera exagerada para invertir. Mientras Madrid está siendo maltratada, ustedes callan".A Beteta le escoció tanto reproche y devolvió la pelota al tejado socialista: "¿Y ustedes qué han hecho en el Congreso para modificar los Presupuestos Generales del Estado y conseguir mejoras para Madrid? Nada. Ni una sola enmienda. Quizá por que les falta peso político para que sus diputados nacionales por Madrid presenten enmiendas".

Falló el servicio de documentación del consejero de Hacienda, y Lissavetzky aprovechó el resbalón para increparle: "Es usted un analfabeto político. En el Senado, que es la cámara territorial, yo mismo, que soy senador socialista por Madrid, he presentado numerosas enmiendas para mejorar las infraestructuras, llevar más dinero al Consorcio de Transportes para que no suban las tarifas, y para construir los hospitales de Valdebernardo y Fuenlabrada". Muy crecido, el socialista remató su invectiva con una carga de profundidad: "Me acusa el señor Beteta de tener poco peso político. Ya le gustaría a Ruiz-Gallardón tener en su partido la mitad del apoyo que yo tengo en el mío".

Los parlamentarios continuaron el debate atascados en las cifras del paro. La izquierda: "Desde que gobiernan, hay 11.000 desempleados más. Y ustedes prometieron 200.000 menos". El PP: "Hemos creado 105.200 puestos de trabajo gracias a nuestro plan de choque". La izquierda: "Ese plan de choque es una mera suma de partidas presupuestarias. Pero reducen ustedes los programas destinados a la creación de empleo". El PP: "Nuestro plan de choque es mucho más ambicioso que su pacto por la industria. Donde el PSOE puso 85.000 millones, nosotros colocamos 190.000. Gastaron 12.000 millones en metro; nosotros, 55.000. Del raquitismo socialista pasamos a un ambicioso compromiso con la sociedad".

El sueldo de los funcionarios

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Esta disputa, que se repite como el Bolero de Ravel todos los meses, derivó en otra semejante: los sueldos de los funcionarios. "Hay otros caminos para llegar a Maastricht", dijo Lissavetzky, que no pasan precisamente por sacrificar el poder adquisitivo de los funcionarios. Hay sentencias del Tribunal Constitucional que avalan el incremento salarial". Beteta sacó otra carta: "Hemos pedido un informe jurídico a Rubio Llorente donde nos asegura que la subida sería ilegal". Y concluyó: "No es plato de buen gusto para este Gobierno congelar los salarios". Candil coló un consejo: "No se dé el disgusto y exija al Gobierno nacional que suba los sueldos".

Manuel Cobo, portavoz del PP, echó una mano a Beteta: "Es el mejor presupuesto que se puede presentar en estas condiciones. Los hechos, los datos y las cifras son tozudos. Este gobierno invierte en Madrid un 49% más que el PSOE".

Replicó Candil: "Bienvenido el metro, pero les faltan kilómetros de gestión. No es de recibo más endeudamiento para hacer menos carreteras, menos viviendas, menos inversiones en sanidad, formación, empleo y servicios sociales. Sólo crece el metro. Si es lo único que piensan hacer en toda la legislatura, mejor monten una constructora".

La memoria de Borges

La izquierda regional y el centro-derecha se echaron en cara sus olvidos. Comenzó Jaime Lissavestzky (PSOE) citando a Jorge Luis Borges. "La memoria elige lo que olvida", señaló, "y ustedes han olvidado aquel plan de lucha contra el paro con 75.000 millones al año del Estado. ¿Dónde están esos millones?". Silencio en el PP. Siguió Juan Antonio Candil (IU) hurgando en la memoria y recordó cuando Ruiz-Gallardón, como jefe de la oposición, pedía más ayuda estatal para el Metro. "En lugar de endeudarse tanto, pidan más dinero al ministerio, que ha congelado sus aportaciones, y al Ayuntamiento de Madrid, que es el principal beneficiario, pero no pone ni una peseta".El portavoz del PP, Manuel Cobo, buscó la memoria de sus contrincantes y denunció su mala gestión. Acabó citando a Benjamin Franklin: "El pasado nadie puede cambiarlo, pero todo el mundo puede contarlo al revés".

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