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Pesimismo en el Ulster sobre que el IRA declare una tregua

Sectores nacionalistas en Irlanda del Norte veían ayer con pesimismo la posibilidad -varias veces mencionada durante las últimas semanas- de una nueva tregua del IRA que permita al Sinn Fein, el partido que le representa, unirse a las negociaciones de paz iniciadas en junio pasado. Ninguno de los partidos nacionalistas considera viables los términos fijados el jueves por el Gobierno británico para dar acceso a la mesa negociadora al partido republicano. De acuerdo con el texto cuidadosamente redactado por Londres, la condición básica sigue siendo la misma: un alto el fuego del IRA. Pero esta vez, el Gobierno británico exige una tregua "duradera" y real, para aceptar tras un periodo no especificado de "descontaminación", al Sinn Fein en la mesa negociadora.La policía de Belfast hizo explotar ayer un camión supuestamente cargado de explosivos en las inmediaciones de un cuartel del Ejército británico. Una nueva demostración de la inestable paz que se vive en el Ulster. La reacción en los sectores republicanos ha sido de pesimismo ante la declaración hecha pública por el primer ministro británico.

"Major está saboteando la paz", dijo el jueves -horas después de hacerse público el documento- el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams. John Hume, el líder nacionalista moderado que ha llevado el peso de la negociación entre bastidores para lograr la aceptación de los republicanos, no fue menos severo al acusar a Major de estar más preocupado por la supervivencia de su Gobierno de frágil mayoría que por la paz en el Ulster.

Lo más sorprendente es que el documento oficial ha sido considerado como una "intolerable concesión al Sinn Fein" por el líder unionista radical lan Paisley. Sólo David Trimble, líder del Partido Unionista del Ulster, se mostró satisfecho con una declaración que, según la prensa británica, se ha hecho pública a instancias suyas.

Maraña de reproches

Entre la maraña de reproches y acusaciones, la cuestión clave que resulta inaceptable para el Sinn Fein es que en el texto del Gobierno se omiten fechas. Tanto las que se refieren al periodo de "descontaminación" que habría de transcurrir entre la tregua del IRA y la admisión de los republicanos en la mesa negociadora, como las que se refieren a la duración de las negociaciones.El primer ministro británico, John Major, rubricó con unas declaraciones en la Cámara de los Comunes y una entrevista de televisión, las exigencias de Londres. "No estamos dispuestos a conseguir el alto el fuego a cualquier precio", dijo.

Para ello, esta vez, además de suspender la actividad armada, el Gobierno británico exige al IRA que deje de comprar armas, de reclutar miembros, y de preparar futuros objetivos. La actividad policial de los paramilitares -con palizas a delincuentes y traficantes- debe terminar también.

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